Celia Douglas
El uso de mascarilla en la calle dejará de ser obligatorio en Portugal a partir de este lunes, después de que el avance de la vacunación haya permitido aliviar algunas medidas en un país que, no obstante, mantendrá restricciones ante el curso escolar que comenzará en los próximos días.
La mascarilla en los espacios públicos era obligatoria desde finales de octubre de 2020 siempre que no fuese posible mantener la distancia social aconsejada, según una ley aprobada por el Parlamento y renovada en varias ocasiones.
Sin embargo, ningún partido de la Cámara propuso una nueva prórroga de la medida más allá de este domingo, último día en vigor, por lo que dejará de ser obligatorio su uso en espacios públicos desde mañana.
Aun así, la Dirección General de Salud (DGS) sigue recomendando su uso en determinadas situaciones donde el riesgo de contagio de coronavirus es mayor, como eventos, aglomeraciones o en los recreos de las escuelas.
La mascarilla seguirá siendo obligatoria en interiores, también para los cerca de 1,2 millones de alumnos que empiezan el curso escolar a partir del próximo martes.
Según las directrices de la DGS para este nuevo año lectivo, su uso es obligatorio a partir del segundo ciclo de enseñanza básica (10 años) y "fuertemente recomendable" para los alumnos del primer ciclo (entre 6 y 9 años).
Respecto al año anterior sólo se han flexibilizado las reglas a aplicar en caso de contactos de bajo riesgo, para evitar que clases enteras se vean obligadas a quedarse en casa cuando haya un caso positivo.
Los estudiantes considerados contactos de bajo riesgo podrán abandonar la cuarentena si obtienen un resultado negativo en un test de Covid-19, pero los contactos estrechos sí están obligados a aislarse durante 14 días.