Una de cada cuatro personas en Somalia está en grave riesgo de pasar hambre a causa de la sequía que afecta a este país, arrasado por décadas de guerra, después de tres temporadas con escasas lluvias y una cuarta a la vista, advirtió el lunes la ONU.
El organismo teme que la crisis se agrave y que 4,6 millones de personas necesiten ayuda alimentaria hasta mayo de 2022 debido a la peor sequía en más de 30 años.
La falta de alimentos, agua y de pastizales han forzado a 169.000 personas a dejar sus casas, una cifra que podría subir a 1,4 millones en los próximos seis meses, alertó la ONU en un comunicado.
Las catástrofes naturales, y no los conflictos, han sido la principal causa en los últimos años del desplazamiento en Somalia, considerado como uno de los países más vulnerables al cambio climático.
"Es una catástrofe increíble lo que se viene", comentó a la AFP Adam Abdelmoula, coordinador humanitario de la ONU para Somalia, al señalar que 300.000 niños de menos de cinco años estarán expuestos a una desnutrición grave en los próximos meses.
"Ellos morirán si no les ayudamos rápidamente", agregó. La ONU hizo un llamado a recaudar 1.500 millones de dólares para financiar la respuesta a la crisis.
Alrededor de 7,7 millones de personas, casi la mitad de la población somalí de 15,9 millones, necesitarán ayuda humanitaria y protección en 2022, un aumento de 30% en un año, según la ONU.
Al menos siete de cada 10 somalíes viven bajo la línea de pobreza, y la sequía destruyó sus ya precarias fuentes de ingresos, con la pérdida de ganado y bajas cosechas. Todo ello sumado a una fuerte inflación.
"El riesgo es grande de que sin ayuda humanitaria inmediata, los niños, mujeres y hombres comenzarán a morir de hambre en Somalia", afirmó la ministra somalí de Asuntos Humanitarios y Gestión de Crisis, Khadija Diriye.
El gobierno somalí decretó emergencia humanitaria en noviembre a causa de la sequía.
La sequía y las inundaciones han golpeado también recientemente a Kenia y Sudán del Sur, donde mató rebaños, destruyó pastizales y arrasó cosechas.
La falta de agua y alimentos hacen temer el surgimiento de conflictos entre las comunidades por los recursos.
Los expertos consideran que el aumento en la frecuencia y la intensidad de los fenómenos climáticos extremos se debe al cambio climático.