«El camino sería largo y difícil, no será una lucha rápida, pero lo haremos todo. Rusia será libre, Rusia exige el cambio!», gritó a la multitud el político liberal Grigory Yavlinsky.
| marzo 10, 2012
Los asistentes aprovecharon una soleada mañana en el centro de la capital rusa y ondearon banderas, pancartas y globos y llevaron cintas blancas, el símbolo de las protestas que comenzaron hace tres meses tras unas polémicas elecciones parlamentarias. Repitiendo lemas de anteriores convocatorias, gritaron "Rusia sin Putin".
"El camino sería largo y difícil, no será una lucha rápida, pero lo haremos todo. Rusia será libre, ¡Rusia exige el cambio!", gritó a la multitud el político liberal Grigory Yavlinsky.
Pero la asistencia fue de unas 25.000 personas, según los organizadores, alrededor de una cuarta parte de los que acudieron a la última manifestación antes de las elecciones del 4 de marzo en las que Putin logró una victoria que le dio un tercer mandato de seis años como presidente.
La policía puso la cifra de asistentes en 10.000, y según testigos independientes fueron algo menos de 20.000.
Aunque observadores internacionales dicen que los comicios estuvieron sesgados en favor del aún primer ministro, los líderes de la oposición se han visto obligados a reconocerlo como vencedor por el margen de la victoria.