Cabe destacar que el país ha firmado numerosos convenios internacionales relacionados con el tema, sin que ello se refleje en una normativa única a lo interno.
| junio 2, 2010
(PL) Panamá reporta la existencia de unas 130 mil armas ilegales, la mayor parte de ellas en manos de delincuentes y pandillas, en una situación que genera hoy preocupación en la sociedad nacional.
Los datos aportados por el Informe sobre Desarrollo Humano para Centroamérica (2009-2010) consideran además que las estadísticas son imprecisas.
De esa forma, las cifras aportadas para Panamá prácticamente duplican a las armas que cuentan con los permisos correspondientes (65 mil 400).
En manos de la Asamblea Nacional se encuentra desde el anterior gobierno un proyecto de ley y control sobre la tenencia, importación y comercialización de esos equipos y sus municiones.
Cabe destacar que el país ha firmado numerosos convenios internacionales relacionados con el tema, sin que ello se refleje en una normativa única a lo interno.
Bajo las actuales disposiciones legales, se puede solicitar desde los 18 años el permiso para poseer un arma de fuego en los casos de extranjeros, personal de agencias de seguridad y agricultores, entre otras categorías.
Asimismo, un individuo puede contar hasta con tres licencias y registrar un máximo de nueve unidades por cada una de ellas.
Muchas de los equipos obtenidos de manera legal van a parar a la delincuencia organizada, con el atractivo de los elevados precios que tienen en el mercado negro.
