(AP) — La Cortina de Acero se vino abajo, pero Ben Roethlisberger y el ataque de los Steelers dieron la cara por su equipo y lo convirtieron en el mejor en la historia del Super Bowl, tras un partido electrizante de volteretas increíbles, y con un touchdown en el último minuto.
| febrero 2, 2009
Santonio Holmes coronó un último cuarto sobresaliente, al atrapar en forma espectacular un pase de seis yardas, para anotar con 35 segundos restantes, lo que dio su sexto título del Super Bowl a Pittsburgh, que venció el domingo por 27-23 a los empeñosos Cardinals de Arizona.
"Los grandes jugadores dan un paso al frente en los partidos grandes y hacen las jugadas", dijo Holmes, nombrado el Jugador Más Valioso.
Fue uno de los finales más emocionantes en la historia de los partidos por el título de la NFL, un año después de que los Giants de Nueva York armaron una ofensiva inolvidable, la cual culminó con la atrapada de anotación de Plaxico Burress, a 35 segundos del final, para que su equipo diera la sorpresa y venciera a los Patriots de Nueva Inglaterra.
Aquel fue todo un batacazo. Pero la edición del 2009 incluyó un final de sobresalto.
Con el triunfo, los Steelers se convirtieron en el equipo que más veces ha ganado el Super Bowl en la historia.
Arizona estuvo cerca de lograr la mayor remontada en la historia del Super Bowl, cuando Larry Fitzgerald atrapó su segundo pase de anotación, un envío de 64 yardas de Kurt Warner, a 2:37 minutos del final, poniendo a los Cardinals arriba por 23-20.
Pero los Steelers condujeron el ovoide 78 yardas, y Holmes atrapó un pase de 40 yardas que dio a Pittsburgh el primer down en la yarda seis. Tras un pase incompleto, Ben Roethlisberger lanzó por encima de tres defensivos de Arizona, al último rincón de la zona de anotación, y Holmes descolgó el balón, colocando las puntas de los pies apenas sobre la zona pintada, para anotar.
"Yo me dije, es ahora o nunca. Les dije a los compañeros que todo el análisis de videos que habíamos hecho no importaba si no hacíamos las cosas en ese momento", dijo Roethlisberger. "Estoy muy orgulloso por la forma en que respondieron".
Los Steelers (15-4) ganaron su segundo Super Bowl en cuatro temporadas, pese a desperdiciar la ventaja de 20-7 que tenían en el último cuarto.
Fitzgerald, quien era ya poseedor del varias marcas de postemporada para un receptor, impuestas todas este año, aceleró tras el pase de Warner por el centro del campo, y tuvo tiempo de voltear hacia la pantalla gigante del estadio para ver su propia carrera hacia la zona prometida.
Pero también vio la respuesta de los Steelers, sentado a un costado del emparrillado, mientras la tribuna se asemejaba a la del Heinz Field de Pittsburgh. Innumerables aficionados agitaron las llamadas "Toallas Terribles" para alentar a su equipo, convirtiendo el Raymond James Stadium en un mar amarillo y negro.
"Estoy decepcionado por el resultado de nuestro equipo", dijo el entrenador de los Cardinals, Ken Whisenhunt, quien fue coordinador ofensivo en Pittsburgh cuando los Steelers ganaron el título en el 2005. "Pero éste es un grupo de hombres de quienes estoy muy orgulloso. Jugaron muy duro en circunstancias en las que nadie creía en ellos. Aprendimos mucho de nuestro equipo, pero es desafortunado que todo haya concluido así".
Y con semejante apoyo de los aficionados, que hicieron el gasto para ver a su equipo pese a la crisis económica, la ofensiva de Pittsburgh amarró el título.