La aspirante que hace sombra a la presidenta Rousseff cede a la presión de los religiosos.
| agosto 31, 2014
En la presentación del programa de la candidata, seria rival de la actual presidenta, Dilma Rousseff, dominó el tema económico. A la derecha de Marina Silva estaba Neca Setubal, la heredera de Itaú, uno de los principales bancos del país. A la izquierda, el presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB), Roberto Amaral, que lanzó férreas críticas al capitalismo y defendió la distribución de renta. En el centro, la candidata a la presidencia presentaba su programa de Gobierno, liberal en lo económico y progresista en las áreas sociales, aunque no en todas, ya que la ley sobre el aborto no presentará cambios en su posible Gobierno.
Silva defendió en una lujosa sala en Pinheiros, São Paulo, una intervención estatal menor en la economía. En un libro 242 páginas, con propuestas distribuidas en seis ejes, está una de las más criticadas por la izquierda: la autonomía del Banco Central, considerada por el PT como una política típica de partidos “neoliberales” como el PSDB de Aécio Neves, ya que daría el control del banco al sector financiero del país.
También defendió el mantenimiento de la tasa de cambio libre, sin la intervención del Banco Central, salvo en circunstancias “ocasionalmente necesarias”. Esto, “con el objetivo de señalizar para el mercado que las políticas fiscales y monetarias serán instrumentos de control de inflación de corto plazo”.
El extenso documento enumera las “reglas para el sector privado y sus relaciones con el sector público: poner fin a las políticas discrecionales; reducir las normas para los sectores productivos; fortalecer y dar independencia a las agencias reguladoras; dejar la economía respirar”. Silva se hizo una candidata por un partido socialista en una reunión celebrada por el mercado financiero, que apoya sus políticas económicas y cree que ella es quien tiene más oportunidades de derribar a Dilma Rousseff (PT). Una encuesta de Datafolha publicada esta semana muestra que las dos están empatadas en la primera vuelta con un 34%. En la segunda vuelta, Silva ganaría por diez puntos.
Neca Setubal, quien algunos identifican como la representante del mercado financiero en la campaña de Silva desde su primer intento en 2010 por sus lazos familiares con el banco Itaú, insistió en que no influyó en el programa, que no tiene relaciones con el mercado financiero y que se ha especializado en su carrera, mayormente, en el área de educación, trabajando, incluso, para la Unicef en América Latina. “No tengo ninguna experiencia en el área económica, nunca ejercí ningún cargo en esa área. Yo entiendo que vosotros me miréis como si yo representara al mercado financiero. Pero yo no conozco ese mercado, no frecuento ese mundo ni socialmente, ni profesionalmente”, declaró.
Setubal es una de las coordinadoras del programa de Gobierno, al lado del expetista Maurício Rands, exsecretario en el Gobierno de Eduardo Campos, antecesor de Silva y primero en la fórmula de la coalición por la presidencia, muerto en un accidente de avión en 13 de agosto. Según ellos, el programa fue construido con la ayuda de internautas, sindicatos, entidades de la sociedad civil y tuvo más de 6.000 contribuciones.
Si en el área financiera el programa se aproxima de las pautas del PSDB, en el área social el texto trae propuestas bastante progresistas, alineadas y hasta más avanzadas que las petistas. La candidata promete mantener los programas del actual Gobierno federal, como la Bolsa Familia, el ProUni, el Programa Salud de la Familia, y también destinar el 10% del PIB para la educación durante los próximos cuatro años, mucho antes de lo previsto por el Plano Nacional de Educación aprobado el 3 de junio. También promete destinar otro 10% del PIB para la salud pública.
Silva afirmó que cree que es posible gobernar sin alianzas para que todos los partidos “ayuden” a construir “un nuevo Brasil”. “No creo que el PSDB, que tiene históricamente un compromiso con la estabilidad económica, sea negligente con esos objetivos en el Congreso solo porque ganamos el Gobierno. Decimos de antemano que pretendemos conversar con Lula y con Fernando Henrique Cardoso”, afirmó la candidata, que también destacó que, en caso de salir elegida, no intentará la reelección.