Las fuerzas del orden empezaron a evacuar este martes un importante campamento de migrantes en el norte de Francia, en plena tensión con el Reino Unido que acusa a París de no hacer lo suficiente para impedir la llegada de estos a sus costas.
"Gracias a los policías y gendarmes movilizados (…) que garantizan [la] acogida de los migrantes" de Grande-Synthe, tuiteó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien la víspera conversó con su par británica, Priti Patel.
Sin embargo, según su entorno, el desmantelamiento de este campo, en el que según la prefectura local vivían "alrededor de mil personas", estaba "previsto este día, independientemente" de las discusiones con la ministra británica.
Los migrantes debe ser conducidos a centros "o a lugares de acogida identificados" en este departamento, situado enfrente de las costas del Reino Unido en el canal de la Macha, o a otras regiones de Francia.
Muchos policías y gendarmes se encuentran desplegados en el lugar, constató la AFP. Familias con niños y bebés eran evacuados en la mañana en autobuses, mientras los equipos de limpieza empezaban a intervenir en esta antigua planta industrial.
Según la oficina del alcalde socialista de Grande-Synthe, Martial Beyaert, casi 1.500 personas, en su mayoría kurdos, vivían desde hace semanas en esta planta. "Hay que hallar una solución para esta gente, ahora que se acerca el invierno", agregó.
Desde hace años, los migrantes llegan a esta zona con la esperanza de alcanzar el Reino Unido, donde piensan que podrán encontrar trabajo, pese a los sucesivos desmantelamientos casi diarios de sus campamentos.
La presión migratoria, en cambio, no retrocede. Según el Reino Unido, 22.000 migrantes lograron alcanzar las costas de Inglaterra desde principios de año. Hubo además tres muertos y cuatro desaparecidos.
Las asociaciones de ayuda a migrantes denuncian constantemente el trato reservado a estos últimos. "El Estado la toma con personas que no tienen nada, sin nunca trabajar sobre las causas" de su situación, según la oenegé Utopia 56.