Esto es posible gracias a la iniciativa de la empresa Fruitleather, ubicada en Rotterdam, Países Bajos, que recoge los mangos y tras una serie de procesos lo convierte en un material que asemeja al cuero de un animal.
Rigoberto Carranza | septiembre 19, 2023
La pulpa de aproximadamente 1500 mangos a la semana, que son desechados por un importador holandés, son convertidos en cuero vegano, para posteriormente fabricar billeteras, carteras y zapatos.
Esto es posible gracias a la iniciativa de la empresa Fruitleather, ubicada en Rotterdam, Países Bajos, que recoge los mangos y tras una serie de procesos lo convierte en un material que asemeja al cuero de un animal.
Los mangos, que por un tema de control de calidad son desechados, son triturados y luego de pasar por varias máquinas se convierten en una pulpa espesa, después se les agregan ciertos ingredientes aditivos, se llevan a un horno para solidificar y después se le coloca barniz o pintura.
Otra máquina permite darle diseño para hacerlo más parecido a la piel animal, como un cocodrilo por ejemplo.