Tienes idea de donde viene esta tradición que para muchos se convierte en símbolo de alegría y unión familiar, pero para otros puede significar simple consumismo.
Judit Peña | diciembre 26, 2022
Cuando eres niño y porqué no, aún siendo adulto, una de las tradiciones navideñas más esperada es colocar el árbol de Navidad. Sacar guirnaldas, bolas, luces y cuantas decoraciones tengas en casa o actualices en las compras de fin de año.
Emocionarte al colocar la estrella en la punta y por fin en la mañana del 25 de diciembre: «La mañana de Navidad» abrir los regalos al pie del majestuoso árbol decorado.
Pero tienes idea de donde viene esta tradición que para muchos se convierte en símbolo de alegría y unión familiar pero para otros puede significar simple consumismo.
Pues la historia del árbol de Navidad se remonta al siglo II antes de Cristo (a.c) y era considerada una tradición romana pagana; es decir no cristiana ya que se utilizaba el árbol como símbolo de adoración a otros dioses. Según recoge la National Geographic, los romanos adornaron las calles durante las Saturnales; pero fueron sobre todo los Celtas quienes decoraron los robles con frutas y velas durante los solsticios de invierno o Saturnalias con el objetivo de reanimar el árbol y asegurar el regreso del sol y de la vegetación durante el verano. Desde tiempos inmemoriales, el árbol ha sido un símbolo de la fertilidad y de la regeneración.
Existen otras infinidades de versiones de cómo esta maravillosa costumbre se coló en la celebracion navideña; sin embargo, la actual tradición nace en Alemania, en el siglo VIII donde existía un roble consagrado al dios nórdico Thor, en la región de Hesse, donde cada año se le ofrecía un sacrificio.
Un misionero y evangelizador cristiano llamado Bonifacio llegó a esta región y al ver este culto pagano cortó el árbol y para apaciguar las aguas entre los lugareños les ofreció un abeto (pino) en símbolo de paz y lo decoró con manzanas (que recuerdan la tentación del hombre) y con velas que representaban la iluminación. Desde ese entonces se empezaron a talar árboles para decorar durante Navidad.
Las decoraciones de los árboles fueron evolucionando von el tiempo, mientras en algunas regiones se decoraban con dulces o golosinas envueltas en papeles dorados y plateados, en otras colocaban frutos exóticos para la temporada.
Posteriormente la creatividad e imaginación de los fabricantes voló y empezaron a producir adornos unos más llamativos que otros dependiendo del lugar de donde eran elaborados, las áreas productoras de vidrio hacían hermosas decoraciones a base de este mterial, en las zonas productoras de madera se talladas pequeños adornos con detalles y eran pintados de colores.
Para la actualidad ya contamos con luces de diversos colores, parpadeantes e inclusive musicales que ayudan a darle un toque personalizado al árbol de Navidad.
