Prisión para periodistas de Al Yazira acusados de favorecer a los Hermanos Musulmanes.
| junio 24, 2014
El juicio, que había suscitado un gran interés en todo el mundo, es un paso más en la represión lanzada por el régimen egipcio para silenciar cualquier voz disidente, ya sea en el plano político o mediático, y especialmente contra la Hermandad. Desde el pasado 3 de julio, fecha del golpe de Estado militar contra el presidente islamista Mohamed Morsi —uno de cuyos principales apoyos era Qatar—, han muerto más de 2.000 personas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y han sido detenidas más de 20.000, la mayoría simpatizantes de la cofradía islámica.
Hace una semana, la Fiscalía egipcia liberó al también periodista de Al Yazira Abdalá al Shami, en prisión sin cargos desde agosto y en huelga de hambre desde enero.
El ministro de Exteriores británico ha convocado al embajador egipcio en Londres tras conocer el veredicto
Greste, Fahdy y el productor Baher Mohamed, que trabajaban para la emisión en inglés de Al Yazira, fueron arrestados a finales de diciembre del año pasado, horas después de entrevistarse en su hotel con un representante de los Hermanos Musulmanes. Pocos días antes, la cofradía islamista había sido declarada “organización terrorista” por el Gobierno egipcio, por lo que los reporteros fueron acusados de pertenencia o colaboración con banda armada.
Las familias de los condenados están convencidas de que son víctimas de la guerra entre Al Yazira y las autoridades egipcias que se desató tras el golpe de Estado. “El veredicto demuestra que este es un juicio político. Durante las vistas, no se ha presentado ninguna prueba de que ellos hubieran manipulado la información. No nos esperábamos este resultado. Estamos destrozados”, explicó Mike Greste, hermano del reportero australiano, a las puertas de la prisión de Tora, sede de la corte. El Gobierno australiano se mostró “conmocionado” por la sentencia, que la defensa tiene previsto recurrir “por defectos procesales graves”.
Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. En un comunicado, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que el domingo se había entrevistado con el presidente Abdelfatá al Sisi, la definió como “draconiana, profundamente alarmante y un paso atrás para la transición”. Australia, Reino Unido y Holanda llamaron a consultas a los embajadores egipcios acreditados en los respectivos países.