La iniciativa binacional pretende ayudar a paliar el déficit del hidrocarburo que presenta esa zona del país para tratar de mitigar una demanda no satisfecha que, según números extraoficiales, ronda los mil millones de pies cúbicos diarios.
| marzo 30, 2009
Esta interconexión energética entre los dos países no sólo permite la integración regional a través del intercambio de hidrocarburos gaseosos, sino que permitirá atender el déficit coyuntural de gas en el occidente venezolano.
La iniciativa binacional pretende ayudar a paliar el déficit del hidrocarburo que presenta esa zona del país para tratar de mitigar una demanda no satisfecha que, según números extraoficiales, ronda los mil millones de pies cúbicos diarios.
Mientras se concretan proyectos fundamentales para la explotación, producción y comercialización de importantes reservas de gas natural en el territorio nacional (se cuentan más de 180 billones de pies cúbicos) que permitan atender al mercado interno, Venezuela deberá importar gas de Colombia hasta el año 2012, según se establece en el acuerdo con el gobierno neogranadino.
Primer tramo. Actualmente el Gasoducto Trasncaribeño tramo Antonio Ricaurte, aporta al país unos 150 millones de pies cúbicos diarios.
Luego, en una segunda etapa, será el turno de Colombia de comprar cerca de 150 millones de pies cùbicos diarios de gas (mmpcd) venezolano, de una capacidad total de producción de 500 mmpcd que tiene la tubería.
Según se prevé en este proyecto gasífero, después de cumplidas estas etapas, estiman transportar el hidrocarburo hasta Panamá y por último hacia Ecuador.
Tuberías para la integración. La construcción del gasoducto se realizó en 15 meses, luego que se soldaran los primeros tubos el 8 de julio de 2006 en un acto que contó con la presencia de los presidentes Hugo Chávez y Álvaro Uribe.
El ducto, de 26 pulgadas de diámetro, recorre 225 kilómetros desde Ballenas, en el Caribe colombiano, hasta Maracaibo, (Zul), donde alimentará dos plantas termoeléctricas y se conectará con la red que alimenta una petroquímica.
La empresa estadounidense Chevron es la encargada de explotar el gas en esa zona.
Cuenta con 10 estaciones y su capacidad máxima de transporte es de 500 millones de pies cúbicos (14 millones de metros cúbicos) por día. Pdvsa y la colombiana Ecopetrol son las encargadas del proyecto binacional, en el cual se invirtieron 467 millones de dólares.
Aporte social. En la Guajira, zona tradicionalmente deprimida tanto de Venezuela como de Colombia, viven más de 500 mil indígenas de la etnia wayúu, dedicados al comercio, la ganadería, la artesanía y, en la zona donde está Ballenas, el municipio Manaure, a explotar la sal marina. La iniciativa entre las dos naciones permitió una inversión de 56 millones de dólares, que incluyó obras sociales en zonas distantes hasta 50 kilómetros, a uno y otro lado de la tubería.