Según reportes del El País, la vacuna desarrollada por el Instituto Científico Militar y la biofarmacéutica china CanSino Biologics, fue registrada como propiedad intelectual en China, e iniciaría su producción en corto tiempo.
Los resultados de la investigación desarrollada por este laboratorio, fueron divulgados por la revista "The Lancet" en julio, y tras ensayos en militares chinos, las últimas pruebas serían en Arabia Saudí, Rusia, Brasil y Chile.