Bolivia bajó hoy el tono tras el revuelo provocado por las recientes declaraciones del presidente boliviano, Evo Morales, sobre la seguridad jurídica y los compromisos españoles de cooperación, horas antes de reunirse en Viena con Rodríguez Zapatero
| mayo 12, 2006
El presidente boliviano y el jefe del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, se reunieron por espacio de 45 minutos en el centro de conferencias Reed Messe, un día después de las explosivas declaraciones del dirigente boliviano dirigidas hacia España y Brasil, informó AFP.
Ambos líderes reafirmaron que »el diálogo es el mejor camino» para resolver la crisis abierta tras el anuncio de Bolivia de nacionalizar sus hidrocarburos, se limitaron a indicar fuentes oficiales españolas, que se negaron a calificar las declaraciones de Morales de la víspera.
»Nosotros al igual que ustedes estamos empeñados a que en el plazo de 180 días podamos llegar a acordar nuevos contratos de interés mutuo en el marco del respeto a nuestra Constitución Política del Estado, las leyes y de beneficio recíproco, con todas las condiciones necesarias para que exista una verdadera y duradera seguridad jurídica para las empresas», dice la carta que Morales envió al canciller español, Miguel Ángel Moratinos.
Repsol-YPF y la estatal brasileña Petrobras son dos de los petroleras más afectadas por la decisión boliviana.
Presente en Bolivia desde 1997, Repsol-YPF controla a través de su filial Andina el 25,7% de la producción de gas de ese país, segunda reserva gasífera regional con 1,55 billones de metros cúbicos.
Tanto la carta boliviana como las fuentes oficiales españolas indicaron que las negociaciones entre Repsol-YPF y Bolivia estarán basadas en »cuatro principios»: bilateralidad, discreción, reglas claras y seguridad jurídica.
Para el unas relaciones fluidas en las futuras negociaciones de los contratos de las empresas españolas, el gobierno boliviano designará a su interlocutor, indicó la misiva distribuida en Viena por el gobierno español.
Las fuentes españolas se declararon »muy satisfechas» por el contenido de la carta y aguardan ahora conocer la identidad del interlocutor boliviano.
El jueves, el presidente Morales afirmó que las petroleras foráneas »son las primeras que no respetan las normas bolivianas», y recordó las denuncias judiciales que existen contra varias de ellas, como la española, por evasión fiscal y contrabando.
»Hay muchas denuncias contra empresas petroleras que no pagan impuestos y son contrabandistas». »¿De qué seguridad jurídica nos pueden hablar si son los primeros en violar la seguridad jurídica?», se preguntó con dureza Morales.
Para quitar hierro al asunto, la carta de Bolivia expresó también al gobierno español su »sincero reconocimiento por el respeto que el gobierno de España otorga a todas aquellas decisiones políticas adoptadas por gobiernos soberanos y democráticamente elegidos».
Tras el anuncio de nacionalización boliviano, el primero de mayo, el gobierno español expresó su »más profunda preocupación» y advirtió sobre las »consecuencias para las relaciones bilaterales».
Días después envió a La Paz una delegación oficial presidida por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamérica, Bernardino León.
La carta de Bolivia atribuye al »manejo de la información de los medios de comunicación», la información publicada sobre las declaraciones de Morales.
»Nunca acusamos al gobierno de España de incumplir sus compromisos con Bolivia», indicó el presidente boliviano en la misma carta.
»Ojalá los compromisos del gobierno español no se paren por la nacionalización», afirmó Morales el jueves en una multitudinaria rueda de prensa, antes de sentenciar con ironía: »durante la campaña me encontré con autoridades españolas y me decían que si ganaba iban a doblar la ayuda a Bolivia, y hasta ahora no me he encontrado nada».