También el primer jugador negro en ingresar en el Salón de la Fama del básquetbol en 1975 y recibió la Medalla Presidencial de la Libertad en 2011 por su trayectoria en el deporte y los derechos civiles.
Ariel Albaez | septiembre 20, 2022
Bill Russell, el dominante pívot que logró un récord de 11 campeonatos como piedra angular de la dinastía de los Boston Celtics, enfrentó el racismo en la década de los sesenta para convertirse en la primera estrella negra de la NBA.
Russell, que falleció el domingo a los 88 años, fue reconocido con cinco premios al Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA y fue capitán de la selección estadounidense que conquistó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne en 1956.
Pero el mítico ‘center’ no solo es recordado por completar una vitrina inigualable de títulos sino por revolucionar el juego defensivo de la NBA, con niveles de rebotes y tapones nunca antes vistos.
En 1957, con 23 años, Russell conquistó su primer anillo y entre 1959 y 1966 acumuló ocho más consecutivos. En ese último año fue nombrado jugador-entrenador, siendo el primer técnico negro en el deporte estadounidense, y en esa faceta logró sus dos últimos títulos en 1968 y en 1969, año de su despedida de los Celtics.
Russell fue también el primer jugador negro en ingresar en el Salón de la Fama del básquetbol en 1975 y recibió la Medalla Presidencial de la Libertad en 2011 por su trayectoria en el deporte y los derechos civiles.
Nacido el 12 de febrero de 1934 en Monroe (Louisiana), la familia de Rusell se mudó a Oakland (California) cuando tenía ocho años. Su madre falleció cuatro años después y no pudo ver como su hijo Bill ganaba dos títulos de instituto estatales y dos universitarios con la Universidad de San Francisco, después de ser rechazado por otros centros educativos por su color de piel.
El equipo de la Universidad de San Francisco fue el primero en alinear a jugadores negros, lo que generó en ese entonces burlas racistas en los partidos e incluso el rechazo de hoteles a aceptar a huéspedes con ese color de piel, lo que llevó a que todo el equipo durmiera en residencias universitarias.
«Nunca me permití ser una víctima», dijo Russell. Al pívot se le negó el reconocimiento al mejor jugador de la región tras ganar el título universitario en 1955 lo que le llevó a centrarse más en los logros de su equipo que en los individuales.
«Aquello me hizo saber que si los aceptara (los premios individuales) como los jueces finales de mi carrera, moriría como un viejo amargado», explicó.
El pívot retrasó su debut en la NBA para disputar los Juegos Olímpicos de 1956, liderando a la selección estadounidense con promedios de 14,1 puntos por partido. En su primera temporada en la NBA, la 1956/57, Russell ya generó un impacto en la liga con 14,7 puntos y 19,6 rebotes por juego y sumó su primer anillo de campeón con los Celtics.
En 1958 consiguió su primer premio MVP pero una lesión en el pie influyó para que el equipo verde cayera en las finales. Al año siguiente comenzó el histórico recorrido de ocho anillos consecutivos de Russell y sus Celtics.
Pero la gloria deportiva tenía el reverso amargo del racismo imperante, que provocaba que Russell y sus compañeros vieran muchas veces como no se podían hospedar en hoteles durante sus partidos de exhibición en algunos estados del país.
Estos incidentes hicieron que Russell, a su vez, desairara a los buscadores de autógrafos y se negara durante años a agradecer los aplausos.
Entrenador campeón
En 1966, el mítico entrenador de los Celtics Red Auerbach decidió retirarse y Russell tomó su cargo mientras también se mantenía como la estrella del equipo en la cancha.
«No me ofrecieron el trabajo porque soy negro. Me lo ofrecieron porque Red se dio cuenta de que podía hacerlo», dijo entonces Russell.
En 1968, Estados Unidos vivió el impacto del asesinato del líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr, ocurrido en vísperas de las finales de la Conferencia Este entre Boston y Philadelphia.
En medio de la conmoción, hubo llamados a cancelar la serie pero las finales se jugaron y los Celtics fueron el primer equipo en remontar un 3-1 en contra, imponiéndose después en tres partidos consecutivos y avanzando a las Finales de la NBA, en las que derrotaron a Los Angeles Lakers.
Los Celtics derrotaron de nuevo a la franquicia angelina en las Finales de 1969, tras las cuales Russell dio por concluida su carrera como jugador. En 1972, los Celtics retiraron su dorsal 6.
A lo largo de sus 13 temporadas en la NBA, Russell promedió 15,1 puntos y 22,5 rebotes por partido, incluyendo un récord de 24,9 rebotes por partido en unos playoffs.
Fuera de Boston, Russell ejerció de entrenador en dos periodos, el primero guiando a los Seattle Supersonics entre 1973 y 1977 con un balance de 162 victorias y 166 derrotas y posteriormente en una breve etapa con los Sacramento Kings en la campaña 1987-88, en la que logró 17 victorias y 41 derrotas.