El presidente Joe Biden realiza este miércoles una inusual conferencia de prensa para dar inicio a su segundo año de mandato, con la posibilidad de recomponer su agenda ante lo que puede ser un revés electoral brutal para su Partido Demócrata.
Esta será la primera conferencia de prensa de Biden del año, y el primer evento formal de este tipo desde que viajó a Glasgow a principios de noviembre para la cumbre climática internacional.
Probablemente enfrentará preguntas de todo tipo, desde la confrontación con Rusia por las pruebas de misiles de Ucrania y Corea del Norte hasta la inflación estadounidense, el covid-19 y lo que el propio Biden considera una amenaza a la democracia estadounidense por parte de su predecesor, Donald Trump.
La conferencia generará un intenso esfuerzo de la Casa Blanca para dar vuelta la página de las últimas y calamitosas semanas con una nueva narrativa centrada en lo que los funcionarios dicen que son los muchos logros de Biden en su primer año en la Casa Blanca
Jen Psaki, secretaria de prensa de Biden, dijo a periodistas que el presidente explicará cómo asumió el cargo "en circunstancias increíblemente difíciles, luchando contra una pandemia, una enorme recesión económica… (y) que ha habido muchos progresos".
Psaki, quien ha debido dar forma al mensaje de Biden durante los últimos 12 meses, luego sacó varios cuadros y bromeó: "Saben cuánto amamos los gráficos aquí".
Uno mostraba que la economía se recuperó del golpe inicial del covid-19, con un desempleo que bajó al 3,9% desde el 6,4% de hace un año. Otro mostró que la cantidad de adultos completamente vacunados aumentó a 74%.
Los cuadros "muestran un contraste bastante marcado sobre dónde empezamos y dónde estamos ahora", dijo Psaki.
"Nuestro objetivo es, y creo que escucharán al presidente hablar de eso (..) cómo construir sobre los cimientos”.
No hubo menciones a recientes contratiempos, entre ellos la inflación más alta en décadas y que la Corte Suprema anuló la vacunación obligatoria en grandes empresas.
Tampoco se aludió a que los demócratas no usaron su ajustada mayoría en el Congreso la semana pasada para aprobar otra de las principales prioridades de Biden: las reformas de la ley electoral que a su juicio son necesarias para proteger la democracia estadounidense.
Los gráficos tampoco incluyeron el descenso en los índices de aprobación de Biden de alrededor del 55% en los primeros días a poco más del 42% ahora.
¿Vuelven los republicanos?
La conferencia de prensa de Biden se produce en la víspera del primer aniversario de su investidura el 20 de enero.
Con el tradicional discurso del Estado de la Unión, una suerte de rendición de cuentas ante el Congreso programado para el 1 de marzo, se agota el tiempo para que Biden cambie el estado de ánimo antes de las elecciones legislativas de noviembre, cuando se espera que los republicanos aplasten a a los demócratas y tomen el control de la legislatura.
Si eso ocurre, se corre el riesgo de dos años de obstrucción por parte del Congreso, que probablemente incluya amenazas de juicio político.
Trump, el republicano que sigue insistiendo sin pruebas con que le robaron las presidenciales de 2020, está considerando volver a postularse en 2024.
La Casa Blanca espera que las buenas noticias superen de a poco el pesimismo relacionado con la pandemia, con la economía recuperándose, la variante del coronavirus ómicron disminuyendo y los estadounidenses valorando logros de Biden como sus volumimosos gastos en infraestructura.
Pero el mismo Biden hasta ahora ha sido parco.
Mientras interactúa con los periodistas en sesiones breves y a menudo apresuradas, de preguntas y respuestas en la Casa Blanca, su falta de conferencias de prensa llama la atención.
Desde que asumió y hasta el 31 de diciembre solo dio nueve conferencias; contra 22 de Trump en su primer año y 27 de Barack Obama, según un estudio del Proyecto de Transición de la Casa Blanca.
La escasez de entrevistas individuales es aún más elocuente: 22 de Biden, 92 de Trump y 156 de Obama.