Juan Carlos I, el rey emérito de España, anunció este lunes que mantendrá su residencia en Abu Dabi pese a que fueron archivadas las investigaciones judiciales sobre él, que en 2020 le llevaron a irse a Emiratos Árabes Unidos.
"Prefiero, en este momento, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi", dijo el exmonarca a su hijo, el actual rey Felipe VI, en una carta hecha pública por la Casa Real.
"Conocidos los Decretos de la Fiscalía General del Estado, por los que se archivan las investigaciones de las que he sido objeto, me parece oportuno considerar mi regreso a España, aunque no de forma inmediata" añadió el exmonarca, cinco días después de la publicación de estas decisiones judiciales.
En Abu Dabi "he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida", dijo el exrey de 84 años, afirmando que "como es natural, volveré con frecuencia a España".
Juan Carlos se exilió a la capital de Emiratos Árabes Unidos en agosto de 2020 en medio de sospechas de malversación de fondos y para "facilitar" el ejercicio de las funciones de su hijo, dijo en su carta.
Fue objeto de tres investigaciones judiciales en España, todas ellas archivadas, porqué no permitían "ejercitar acción penal alguna contra Juan Carlos de Borbón", señaló la fiscalía el 2 de marzo.
La fiscalía alegó que encontró "diferentes razones" para archivar las investigaciones: "insuficiencia de indicios incriminatorios, la prescripción del delito, la inviolabilidad del Jefe del Estado (mientras fue rey) o la regularización fiscal" que realizó Juan Carlos.
La decisión de archivar el caso, que llega después de una decisión similar en diciembre por parte de la justicia suiza, allanó el camino para un posible regreso a España del exsoberano.
"Soy consciente de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada y que lamento sinceramente", agregó el emérito en la carta.
– "Regalo" saudita –
La más importante de las tres investigaciones abiertas buscaba determinar si Juan Carlos I había cobrado comisiones por la adjudicación a dos empresas españolas de un contrato para la construcción de un tren de alta velocidad entre La Meca y Medina en Arabia Saudita en 2011.
Una transferencia en 2008 de 100 millones de dólares por parte del rey de Arabia Saudita a una cuenta suiza de la cual Juan Carlos era beneficiario estaba en el centro de esta primera investigación.
Pero la fiscalía concluyó que se trató "de un regalo" recibido por Juan Carlos, lo que podría haber implicado un delito de "cohecho", pero que en todo caso ya prescribió.
El grueso del dinero fue transferido en 2012 a la consultora empresarial nacida en Dinamarca Corinna Larsen, amante de Juan Carlos entre 2004 y 2009.
Las otras investigaciones se referían al posible uso del rey emérito de tarjetas de crédito vinculadas a cuentas bancarias a nombre de un empresario mexicano y un coronel del Ejército del Aire, mientras que la última buscaba información sobre un posible trust vinculado a Juan Carlos en la isla de Jersey, considerado como paraíso fiscal.