La Corte Suprema rusa reanudó este martes su examen de una demanda de disolución de la oenegé Memorial, emblema de la sociedad civil y blanco de una campaña tendiente a acallar a las voces que critican al presidente Vladimir Putin.
Se trata de la tercera audiencia ante el máximo tribunal de justicia ruso, y "podría ser la última", dijo la oenegé el lunes, ya que "solo quedan los alegatos y la decisión final de la jueza Alla Nazarova".
Varias decenas de simpatizantes de Memorial se dieron cita delante de la Corte Suprema el martes por la mañana a pesar de las temperaturas bajo cero y una prohibición para manifestar. La policía intervino deteniendo a tres personas, constataron periodistas de la AFP.
"Memorial dice la verdad, en ningún caso denigra al país", declaró a la AFP uno de los manifestantes, Maria Biriukova.
Las acusaciones contra Memorial, que tiene un gran prestigio afuera de Rusia, son percibidas como un nuevo paso en el proceso de represión contra quienes critican al Kremlin que se ha acelerado en 2021 y que ha estado marcado por el cierre de medios independientes y oenegés y el desmantelamiento del movimiento del opositor encarcelado Alexéi Navalni.
A principios de noviembre, la fiscalía pidió la disolución de Memorial International, la estructura clave que coordina la red de la organización en Rusia, acusándola de haber infringido "de manera sistemática" las obligaciones de su condición de "agente del extranjero"
Esta etiqueta, que recuerda la de "enemigo del pueblo" durante la Unión Soviética, señala a las organizaciones reconocidas culpables de actuar contra los intereses de Moscú recibiendo fondos extranjeros.
Todos los que son calificados de este modo deben indicar su condición de "agente del extranjero" en todas sus publicaciones, so pena de duras multas, y someterse a pesados procedimientos administrativos.
En paralelo, en otro caso judicial, la fiscalía exige el cierre del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de Memorial, acusado de apología "del terrorismo y del extremismo", además de violaciones de la ley sobre los "agentes del extranjero".
En este otro caso, se ha previsto una audiencia el miércoles ante un tribunal de Moscú.
Los abogados de la oenegé, que ya pagó importantes multas por violaciones de la ley sobre los "agentes del extranjero", denuncian persecuciones sin fundamento, desproporcionadas y de naturaleza política.
Traumas históricos
Memorial, creada en 1989 por disidentes soviéticos (entre ellos el premio Nobel de la Paz Andréi Sájarov), comenzó una labor meticulosa de documentación de los crímenes estalinistas y de los campos del Gulag, y prosiguió su labor en la defensa de los Derechos Humanos y de los prisioneros políticos.
Esta ONG también investigó los abusos rusos durante las guerras en Chechenia y, más recientemente, sobre los paramilitares del grupo "Wagner", considerado como el brazo armado de Rusia en el extranjero, algo que el Kremlin niega.
En 2009, Natalia Estemirova, responsable de la oenegé en la región del Cáucaso, fue asesinada. El crimen nunca fue resuelto.
Los simpatizantes de la oenegé consideran que el gobierno de Vladimir Putin quiere suprimir Memorial para silenciar la historia de las represiones soviéticas, porque el Kremlin prefiere celebrar la herencia del heroísmo de la URSS frente a los nazis en lugar de la memoria de los millones de víctimas de Stalin.
El lunes, un tribunal ruso aumentó la condena de prisión del destacado historiador del Gulag y miembro del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de Memorial, Yuri Dmitriev, a un total de 15 años de prisión por un caso de "agresión sexual" que, según sus partidarios, fue montado para castigar su trabajo sobre la época del terror soviético.