Con la elección del izquierdista Gabriel Boric, de 35 años, que venció con una histórica diferencia de 11 puntos a su rival ultraderechista en el balotaje presidencial, Chile apostó el domingo por cambiar de modelo hacia un Estado de bienestar y asegurar el avance de la nueva Constitución que se redacta.
"Nuestro proyecto significa avanzar en más democracia y (…) defender y cuidar el proceso constituyente, motivo de orgullo mundial", afirmó Boric, diputado y exlíder estudiantil, quien con la edad mínima para postular a la Presidencia será el mandatario más joven en la historia del país.
Al 99,9% de los votos escrutados, Boric ganó con un 55,87% sobre al abogado ultraderechista José Antonio Kast (44,13%), de 55 años, quien reconoció tempranamente su derrota y se ofreció a "ser un aporte para la patria" durante el gobierno de su rival.
El triunfo electoral de Boric se convierte en uno de los más holgados desde que Chile retornó a la democracia, en una elección que convocó a más de 8,35 millones de personas de los 15 millones habilitadas para sufragar.
Boric llegó a la Presidencia como candidato del pacto Apruebo Dignidad, conformado por el Frente Amplio y el Partido Comunista.
Líderes internacionales reaccionaron a la victoria de Boric: el presidente argentino Alberto Fernández llamó a "fortalecer los lazos de hermandad" entre su país y Chile, mientras que el primer ministro español, Pedro Sánchez, sostuvo que "el pueblo chileno avanza con esperanza hacia un futuro más justo, feminista y ecologista".
En su primera actividad como presidente electo, Boric se reunirá este lunes con el actual mandatario Sebastián Piñera en el palacio de La Moneda.
Proceso constituyente
"Cuidemos entre todos este proceso para tener una Carta Magna que sea de encuentro y no de división como es la que impusieron a sangre y fuego mediante un plebiscito fraudulento en 1980 y que tanto nos costó cambiar", alegó el presidente electo ante decenas de miles de seguidores en el centro de Santiago, sobre la carta magna redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La futura Constitución sustituirá a la vigente, sostén del modelo neoliberal que generó crecimiento económico y social, pero fuertemente criticada durante las protestas de octubre de 2019 como origen de la desigualdad en Chile.
Durante las tres décadas de democracia "se mantuvieron demasiados elementos de la dictadura", indicó a la AFP Claudia Heiss, académica de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile.
"Eso hoy con el proceso constituyente es posible modificarlo y creo que Boric encarna ese ideal de cambio", afirmó Heiss.
Kast -admirador de la figura de Pinochet- "ponía en peligro el proceso constituyente", agregó.
"Nos da la garantía de que se va a hacer de verdad la nueva Constitución y eso es fundamental", dijo a la AFP entre lágrimas de alegría Jennie Enríquez, de 45 años y trabajadora de una farmacia, en medio de la celebración.
La juventud determinante
"Es interesante que el gobierno lo lidere alguien que tiene el compromiso con el éxito del proceso constituyente", señaló Marcelo Mella, académico de la Universidad de Santiago de Chile, quien también reconoció la capacidad de Boric para ganar el voto de una juventud habituada a la abstención por falta de referentes políticos.
"Hay toda una generación de personas que han votado esporádicamente o no han votado y hoy día se están incorporando al proceso político en Chile, lo que desde el punto de vista del compromiso cívico ciudadano es bueno para este país que necesita fortalecer la democracia", aseguró Mella.
Los jóvenes salieron por miles a las calles de Chile para celebrar el triunfo del candidato de izquierda.
"Boric tiene una capacidad de agrupar a muchos grupos diferentes, diversidades sexuales, grupos que no piensan igual, izquierda, centro-izquierda, centro, Boric tiene la capacidad de agrupar a toda esas diferencias", afirmó a la AFP el estudiante Pedro Carballeda, de 19 años.
Retos de futuro
En medio de la alegría, Boric reiteró en su discurso de victoria sus promesas de campaña, como el giro hacia un Estado de bienestar, pensiones públicas garantizadas, salud y educación universal y de calidad, y respeto a los derechos humanos.
Pero analistas coinciden en que su gobierno -que asume el 11 de marzo de 2022- tendrá complicaciones.
"En un gobierno que se promete transformador como el de él, el principal desafío es estar a la altura de las expectativas y no va a ser fácil", indicó Heiss, quien aseguró que con un Congreso dividido casi a partes iguales entre izquierda y derecha va a ser complicado aprobar reformas sociales.
"Va a ser muy difícil explicarle eso a la ciudadanía", dijo Heiss.
"Los tiempos que vienen no serán fáciles. Deberemos hacer frente a las consecuencias sociales, económicas y sanitarias de la peor pandemia que ha vivido nuestro país en más de un siglo", aseveró Boric.