El partido gobernante ganó la segunda vuelta en las elecciones municipales en Georgia, según los resultados oficiales anunciados este domingo, considerados fraudulentos por la oposición, cuyo líder está en huelga de hambre en la cárcel, y que llama a manifestarse.
Mikhail Saakashvili, presidente del país caucásico entre 2004 y 2013, fue encarcelado a principios de octubre tras regresar del exilio en secreto días antes de la primera ronda.
El reformista prooccidental lleva un mes en huelga de hambre para protestar por su encarcelamiento, que según él está motivado políticamente.
La segunda ronda de los comicios tuvo lugar el sábado en algunos municipios de esta ex república soviética, sobre todo en las grandes ciudades.
La formación en el poder Sueño Georgiano logró un triunfo por un estrecho margen en 19 de las 20 localidades donde sus candidatos se enfrentaron a los del Movimiento Nacional Unido (MNU), el partido de Saakashvili, informó este domingo la Comisión Electoral Central.
"Felicito a todo el mundo por nuestra victoria en la segunda vuelta. Hemos ganado en todas las ciudades", declaró a la televisión el primer ministro, Irakli Garibashvili.
Por su parte, el dirigente del MNU, Nika Melia, aseguró que la oposición no reconocerá estos resultados y acusó al Sueño de Georgia de haber "robado las elecciones".
"Ya no hay más elecciones en este país. Compatriotas, ustedes que comparten los valores de la democracia europea, prepárense para una lucha sin compromisos", manifestó Melia. Subrayó que esta lucha "difícil" continuará "hasta que exista la posibilidad de organizar elecciones libres y justas".
Melia anunció una manifestación de protesta contra los resultados el domingo delante del Parlamento.
El partido gobernante declaró la victoria tras la primera ronda del 2 de octubre, mientras que la oposición hablaba de fraude.
Observadores de la Organización para la seguridad y la cooperación (OSCE) afirmaron que las elecciones estuvieron "bien organizadas desde un punto de vista técnico" pero denunciaron "intimidación, compra de votos y presión sobre candidatos y electores", que dio al partido en el poder "una ventaja indebida".
El encarcelamiento de Saakashvili ha agravado aún más la crisis política en este país, que comenzó con las elecciones legislativas del año pasado ganadas por el Sueño Georgiano por poca diferencia, resultado que fue considerado como fraudulento por la oposición.