El gobierno estadounidense está trabajando para reemplazar cientos de millones de dosis de vacunas que en principio tenían que ser de AstraZeneca por vacunas de Pfizer, Moderna y Janssen, ante problemas de producción.
El presidente Joe Biden indicó que su Gobierno ha adoptado esta medida porque es su responsabilidad y tiene la obligación humanitaria de salvar todas las vidas que sean posibles.
Indicó que mientras la pandemia continúe todavía existe el riesgo de que haya nuevas mutaciones y recordó su impacto en el crecimiento de la economía global, el aumento de la inestabilidad y el debilitamiento de los Gobiernos.
EE.UU. comenzará a mandar las dosis de Pfizer en agosto, para que 200 millones de ellas estén ya entregadas hacia finales de este año y el resto en la primera mitad de 2022.