El listado de artículos se compone de una prenda de ropa interior usada, un cepillo con pelos, varias fotografías de una fiesta privada,notas de voz inéditas,cartas de amor a algunas de sus exparejasentre otras
| abril 24, 2018
La cantante Madonna acaba de perder la batalla legal que había emprendido para impedir que una antigua amiga, Darlene Lutz, vendiera varios objetos personales suyos a los que habría tenido acceso durante las temporadas en que se quedaba a dormir en su casa, cuando ella misma se encontraba ausente por motivos profesionales.
El listado de artículos se compone de una prenda de ropa interior usada, un cepillo con pelos, varias fotografías de una fiesta privada, notas de voz inéditas, cartas de amor a algunas de sus exparejas -como John Enos y Peter Shue- y una epístola de Tupac, cuyo precio de salida en una puja rondaría los 400.000 dólares.
El pasado mes de julio un juzgado de Manhattan paralizó la subasta que se iba a celebrar después de que la reina del pop presentara una demanda en la que alegaba que esa acción vulneraba su derecho a la intimidad al tratarse de antiguos bienes suyos y objetos a través de los cuales se podrían obtener su ADN.
Finalmente sus argumentos no han logrado convencer al juez, que ha decidido permitir que la subasta siga adelante -se espera que se celebre en julio- bajo el pretexto de que: "Madonna sabía que, a través de su relación personal, Lutz estaba en posesión de varias piezas de su propiedad. Aun así, antes de que comenzara esta subasta, la demandante no exigió en ningún momento que le devolviera sus posesiones".
La noticia de que una misiva escrita por el fallecido rapero estaba a punto de ver la luz supuso un duro golpe para Madonna, que siempre ha sostenido que ni siquiera estaba al tanto de que dicho documento no estaba ya en su poder y que se trata de algo demasiado personal como para compartirlo con el resto del mundo.
"Recuerdo perfectamente cuándo recibí esa carta porque mantenía una relación personal con Tupac Shakur y sé que recibí una llamada telefónica suya mientras estaba en la cárcel. Si no me falla la memoria, hizo que uno de sus amigos me llevara en mano la carta a mi casa de Manhattan. Me acuerdo del momento en que leí la carta, en concreto, recuerdo que en ella me pedía perdón. Nunca renuncié a esa carta, era demasiado personal", aseguraba la intérprete. Bang Media
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