Durante las excavaciones los arqueólogos encontraron un monumento funerario con un féretro construido en honor a San Pedro y un grabado en griego en el que se leía Pedro está aquí.
| noviembre 25, 2013
Con un cofre de bronce en la mano, el Papa Francisco ingresó al atrio principal de la Iglesia San Pedro, en el Vaticano. El envase contenía nueve fragmentos de hueso del primer papa de la Iglesia Católica.Francisco oró frente a ellos, y luego sostuvo la caja durante varios minutos antes de la homilía.
Las reliquias fueron descubiertas durante excavaciones realizadas en la basílica de San Pedro, algunos años después de la muerte del papa Pío XI, quien pidió ser sepultado en las grutas donde docenas de papas fueron enterrados, de acuerdo con el libro “Los oídos del Vaticano”, escrito por el veterano corresponsal Bruno Bartoloni.
Durante las excavaciones los arqueólogos encontraron un monumento funerario con un féretro construido en honor a San Pedro y un grabado en griego en el que se leía “Pedro está aquí”.
La investigadora en antigüedades griegas Margherita Guarducci, quien descifró el grabado, siguió investigando y descubrió que uno de los trabajadores recibió los restos que se encontraron en el ataúd y los guardó en una caja de zapatos que depositó en una alacena.
Ella informó de sus hallazgos a Paulo VI quien después dijo que los argumentos de que los huesos pertenecían a San Pedro eran “convincentes”.