Según las estimaciones del Gobierno, el número de refugiados podría alcanzar los 50.000. Actualmente hay siete campos en funcionamiento en la provincia de Hatay, que acogen a 14.000 personas
| marzo 16, 2012
Ruido de bombardeos y goteo incesante de refugiados al sur de Turquía. Así relatan las autoridades la situación que se vive estos días en las cuatro provincias turcas que comparten frontera con Siria. Ayer cerca de 1.000 sirios cruzaron la frontera por el recrudecimiento de los combates en la provincia norteña de Idlib. Ante la previsión de una nueva avalancha de desplazados como la que se vivió el pasado junio en la provincia de Hatay, las autoridades han comenzado la construcción de nuevos campos.
Según las estimaciones del Gobierno, el número de refugiados podría alcanzar los 50.000. Actualmente hay siete campos en funcionamiento en la provincia de Hatay, que acogen a 14.000 personas. Según las autoridades locales, la capacidad de estas instalaciones asciende a 25.000 ocupantes, sin embargo, si los cálculos de Ankara son correctos, otras 25.000 personas deberán buscar alojamiento en las instalaciones que la Media Luna Roja y el Gobierno están construyendo en Kilis, Sanliurfa y Gaziantep.
Turquía, que comparte 822 km de frontera con Siria, ha mantenido una actitud neutral en el conflicto. A pesar de sus críticas al régimen de Damasco, siempre ha sostenido que no dará ningún paso sin el respaldo de los organismos internacionales. Sin embargo, la posibilidad de una crisis humanitaria por el aumento de refugiados ha hecho a Ankara desempolvar la idea de una zona de contención. Con ella las autoridades intentarían evitar que se repitan los sucesos de 1991 cuando, tras la Guerra del Golfo, medio millón de kurdos iraquíes huyeron al territorio turco y provocaron una enorme crisis humanitaria.
Crear una zona de contención en territorio sirio para alojar a los desplazados, y evitar así que entren en Turquía, libraría a Ankara de las obligaciones relacionadas con las convenciones para los refugiados de la que es signataria. Sin embargo, 50.000 sirios distan mucho en número de los 500.000 kurdos de los años noventa.
Por su parte el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, recalcó que “un actor neutral” , como Turquía, tiene también la responsabilidad de velar por la seguridad en Siria. “Neutral no quiere decir alguien de fuera, sino alguien que tiene la confianza del pueblo” matizó Davutoglu al canal de televisión TGRT.