El mandatario salvadoreño visitó Guatemala para dar continuidad a los planes conjuntos de seguridad que se trazaron con el gobierno del ahora ex presidente Alvaro Colom.
| febrero 14, 2012
"Estamos trayendo el tema al debate. Hoy la reunión es para fortalecer los mecanismos para luchar en contra del crimen organizado. (Pero) mientras el consumo no se logre reducir, el problema (del tráfico de drogas) va a seguir", dijo el gobernante guatemalteco Otto Pérez Molina durante una conferencia de prensa conjunta.
El presidente salvadoreño Mauricio Funes dijo estar dispuesto a adherirse a esa propuesta.
"Como gobernante he dicho que estoy abierto a discutir y promover una discusión en mi país y sobre todo en la asamblea", explicó Funes.
El mandatario salvadoreño visitó Guatemala para dar continuidad a los planes conjuntos de seguridad que se trazaron con el gobierno del ahora ex presidente Alvaro Colom.
Pero al regresar a El Salvador y después de participar en una actividad de la empresa privada, Funes dijo que, si bien expresó que "es un tema que hay que analizarlo", manifestó que "en ningún momento yo dije en Ciudad de Guatemala que apoyaba la medida".
"Ante una pregunta de los periodistas yo dije que el presidente Pérez (Molina) tiene todo el derecho de proponer cuanta iniciativa quiera en el foro de presidentes", pero señaló que aunque los mandatarios acordaran la despenalización, serán los Congresos Nacionales de cada país los que deberán de aprobarla.
"En lo particular yo no estoy de acuerdo (con la despenalización)", afirmó.
No la respalda porque "crea un problema de índole moral, (y) no podemos permitir que nuestros jóvenes y nuestros niños tengan acceso fácil a la droga porque esta en el fondo ha sido legalizada".
"Imagínese lo que significa, el producir droga ya no va ser delito, traficar con drogas ya no va a ser delito y consumir droga ya no va a ser delito, entonces convertiremos la región en un paraíso para el consumo de droga. Yo en lo personal no estoy de acuerdo y eso se lo dije al presidente Otto Pérez (Molina)", enfatizó.
Estados Unidos reaccionó en contra de los comentarios de Pérez sobre el tema del narcotráfico. En un comunicado, la sede diplomática indicó el domingo que hacerlo representaría "una amenaza a la salud y seguridad pública".
Pérez Molina consideró el lunes "prematuro" el comunicado de la embajada estadounidense.
"Creo yo que Estados Unidos debe ser parte del debate y me sorprende que sea una respuesta tan prematura como si quisieran cortar esto antes de que llegue al debate y esto incluye a Estados Unidos en el debate", afirmó.
Según el mandatario guatemalteco, ha conversado sobre la despenalización de las drogas con sus colegas Felipe Calderón de México y Juan Manuel Santos de Colombia.
La canciller colombiana María Angela Holguín dijo que no fue un tema que hayan discutido cuando estuvieron en Guatemala para la toma de posesión de Pérez, pero que Santos ha dicho que "es un tema que hay que abordar".
"Definitivamente la lucha contra las drogas pues no ha sido lo exitosa que debería ser y es un tema que los países tienen que conversar… que hablen y discutan", declaró Holguín a periodistas en la ciudad de Cartagena, en el Caribe colombiano.
La canciller dijo que ignoraba si Pérez presentaría el tema para incluirlo en la agenda de la Cumbre de las Américas a realizarse en abril, "pero nosotros pensamos que el tema de las drogas es un tema que hay que abordar".
Pérez dijo que propondrá la discusión en una cumbre de presidentes centroamericanos programada para el mes entrante en El Salvador. Cuando el sábado mencionó por primera vez el asunto en una emisora local, el presidente comentó que "no es una decisión sólo de Guatemala, es una decisión regional".
Pérez, un general retirado del ejército, basó la campaña electoral que lo llevó a la presidencia en la promesa de aplicar "mano dura" para aplacar la criminalidad rampante en el país.
El ministro de Gobernación, Mauricio López, otro ex militar, consideró que la propuesta de despenalizar las drogas que ahora plantea el mandatario no contraviene esa enfoque de "mano dura".
"El presidente plantea algo que rompe lo que ha sido un tabú de una política, de una línea de contención pero que deja una cauda en términos de corrupción, inseguridad y en términos jurídicos. Es importante buscar una línea de acción en conjunto y mantener la firmeza de lo que desarrollemos", manifestó.
"Si miramos… en nuestras cárceles, están llenas de personas (detenidas) por el simple hecho de poseer drogas. Es un tema que proporciona corrupción y no soluciona el problema", señaló López.
Anita Isaac, politóloga en Haverford College experta en asuntos de Guatemala, dijo que este giro repentino en el discurso de Pérez sobre el narcotráfico podría ser "astucia política" para presionar a que Estados Unidos envíe ayuda militar.
Eduardo Stein, ex vicepresidente y canciller guatemalteco y jefe del equipo de transición de Pérez, negó estas suposiciones.
"Estos países con economias pequeñas no podemos combatir el narcotráfico sin recursos superiores", explicó Stein. "El tema del narcotráfico y el consumo no es parte de la agenda política norteaméricana. El tema de las drogas en Estados Unidos es muy marginalizado mientras que para Guatemala y el resto de Centroamérica es muy central", declaró.
Guatemala, un país de 13 millones de habitantes invadido por las pandillas y los carteles de drogas mexicanos, tiene una tasa de homicidios de 41 por cada 100.000 habitantes según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, casi tres veces mayor que la del vecino México.