Piñera obtuvo ayer el primer lugar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Chile, con 44.2% de los votos.
| diciembre 14, 2009
Piñera, empresario de 60 años y candidato de la derechista Coalición por el Cambio, quedó en una inmejorable posición después de haber conseguido la primera victoria de ese sector político en comicios presidenciales, desde la reinstauración democrática en 1989.
El segundo lugar fue para Frei, de 67 años, con 30.5%, por lo que deberá remontar una gran distancia con respecto a Piñera y necesitaría de todos los votos del oficialista disidente Marco Enríquez Ominami, quien consiguió 19.3%, y de Junto Podemos, del ex ministro Jorge Arrate, quien no sólo consiguió 5.8%, sino que logró hacer ingresar en el Congreso a por lo menos tres diputados del Partido Comunista, por primera vez desde 1973.
“Con este triunfo recién empieza este desafío, que no terminará en enero ni en marzo, porque tenemos que cumplir el compromiso que asumimos con los chilenos”, expresó ayer Piñera, quien llamó a sus seguidores a hacer un esfuerzo final.
En la CD, anoche mismo se activaron todas las alarmas y comenzaron a tejer canales para cerrar filas en un “todos contra Piñera” en la segunda vuelta, y para hacer participar en la campaña a varios miembros del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, ovacionada ayer a la hora de votar en el colegio Verbo Divino.
Arrate ya se mostró dispuesto a sumarse a ese proyecto, pero no así Enríquez Ominami, quien ayer celebró “haber impedido que la derecha gane en primera vuelta” y “ayudar a cambiar la política”, pero dejó libre a su electorado argumentando no tener “derecho a endosar los votos de ustedes, los más pobres y los más desamparados”. Les dijo también que los dejaba en libertad para saber “lo que hacer ante estos dos líderes del pasado”.
Frei por su parte, dijo estar preparado para la dura puja en la segunda vuelta “donde se juegan dos modelos de país, uno el de la derecha y el otro un país inclusivo desde lo social. Las urnas dijeron que una gran mayoría se ve representada en las ideas democráticas y progresistas y que hay prácticas y estilos que no les gustan y he escuchado ese reclamo y me hago cargo”. Elogió a Arrate y a Enríquez Ominami, de quienes dijo “tomaré sus propuestas para llevarlas adelante” y los convocó a “sumarse a trabajar juntos”.
La de ayer fue una jornada histórica no sólo porque fue el primer triunfo electoral de la derecha en una presidencial, sino porque la izquierda logró romper la exclusión que planteaba el sistema binominal fijado por la dictadura de Pinochet.