| febrero 26, 2009
El director de la Unidad de Exhumaciones de La Fiscalía en la ciudad de Villavicencio, Nolberto Suárez, aseguró que tras el macabro hallazgo se desplazarán en los primeros días de marzo al municipio de La Macarena para investigar las denuncias que los pobladores hicieron a una ONG defensora de derechos humanos. "No sabemos si son sólo 20, 100 o los 1,150 cuerpos que nos dice uno de los sepultureros que vio enterrar entre 2002 y 2005", explicó Suárez.
"La ciudadanía también nos ha reiterado que hay muchos cuerpos en La Macarena que fueron enterrados entre 2002 y 2005", dijo el funcionario al señalar que, al parecer, se trata de muchos combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
explicó que pueden ser combatientes de grupos armados que se enfrentaron cuando se puso fin a la desmilitarización de algunas zonas del sur de Colombia como La Macarena, a raíz del fracaso de los diálogos de paz del Gobierno con los rebeldes entre 1999 y 2002.
En 2005, los organismos estatales y la Fiscalía pudieron entrar de nuevo a La Macarena, tras haber sido retirados de ella por tratarse de una zona desmilitarizada y luego por la fuerte presencia rebelde en el lugar.
Según Suárez, de comprobarse la veracidad de las denuncias sería el hallazgo de cadáveres más grande en la historia de Colombia.
La ONG que trabaja en la conflictiva región del Ariari denunció ante la Fiscalía la existencia de las fosas.
Después, una comisión del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía se desplazó a la región y encontró cerca del cementerio de La Macarena "un gran número de restos óseos".
El fiscal añadió que, entre el 9 y el 21 de marzo próximo, se desplazará también al lugar otra misión que verificará las denuncias y luego se hará el proceso de identificación de los cadáveres que se logren recuperar.
Asimismo, indicó que la recuperación de los cuerpos será complicada por la gran cantidad de ellos y porque en la zona aún operan algunos comandos de la guerrilla.
La Fiscalía realiza desde 2005 una tarea de exhumación de restos de víctimas del conflicto colombiano que ha permitido la recuperación de unos 1,903 cadáveres.