Los temporales, que han afectado a cerca de 1,5 millones de personas, ya que millares quedaron sin energía eléctrica.
| noviembre 25, 2008
Al menos 59 personas han muerto por las lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra, mientras que 18 carreteras están bloqueadas por las mismas causas y se interrumpió el funcionamiento de un tramo del gasoducto que transporta gas boliviano hasta el sur de Brasil.
Los temporales, que han afectado a cerca de 1,5 millones de personas, ya que millares quedaron sin energía eléctrica, han golpeado especialmente el norte de Santa Catarina y la región del Valle de Itajaí, y los meteorólogos pronostican que las lluvias proseguirán durante por lo menos tres días más.
"Casi todas las muertes fueron causadas por deslizamientos de tierras que han dejado enterradas a las personas en sus propias casas", afirmó el gobernador de Santa Catarina, Luiz Henrique da Silveira.
El gobernador consideró además como "grave" la ruptura del gasoducto de Petrobras que lleva gas de Bolivia hasta el sur de Brasil.
La ruptura de la tubería provocó un incendio y obligó a la petrolera brasileña Petrobras a cerrar los registros e interrumpir el abastecimiento de gas en el sur de Santa Catarina y en todo el estado de Río Grande do Sul.
El corte, por tiempo indeterminado, afecta principalmente a varias industrias de Río Grande do Sul que usan el gas natural boliviano, así como a los puestos de abastecimiento para vehículos que utilizan este combustible.
El gobernador declaró el sábado en situación de emergencia todo el estado, medida que, dijo, "nos permite contratar inmediatamente máquinas y obreros para atender las emergencias más urgentes, como desbloquear calles y carreteras, y arreglar tuberías".
Las ciudades con mayor número de muertes son Ilhota, en donde se han registrado quince víctimas, Blumenau (13), Gaspar (10) Jaraguá do Sul (6), Luiz Alves (4), Rodeio (4), Benedito Novo (2) y Rancho Queimados (2), según la Defensa Civil.
El alcalde de Blumenau, Joao Paulo Kleinubing, decretó el domingo estado de calamidad pública luego de que las aguas del río Itajaí-Açu avanzaran cerca de 11,5 metros desde su margen e inundaran gran parte del centro de la ciudad.