Diego Maradona se distanció del grupo médico que operó para reducirle el tamaño del estómago hace dos años y su director indicó que esta es una de las posibles causas para que haya subido de peso y sufrido una descompensación.
| marzo 29, 2007
El doctor Francisco Holguín, director de la clínica Medihelp Services de Cartagena, donde se realizó la cirugía de «by-pass» gástrico el 5 de marzo del 2005, anotó el jueves que Maradona no volvió a comunicarse con ninguno de los galenos que lo atendió después de la operación.
Maradona fue internado el miércoles en la noche en una clínica en Buenos Aires por problemas de alcoholismo y excesos en el consumo de comida y tabaco.
«Diego Armando (o) cualquier paciente que someta a este tipo de intervenciones tiene que someterse a unos controles postoperatorios periódicos para ver en donde la persona se está desviando o lo está cumpliendo, pero con él no se han tenido en realidad», declaró Holguín a Caracol Radio.
El médico recabó que si la persona tiene algún desorden en el régimen alimenticio indudablemente va a tener problemas de salud serios.
Insistió que los controles deben ser periódicos y muy severos para evitar riesgos y garantizar al paciente una buena calidad de vida.
«No estamos en comunicación con él ni él ha establecido contacto con ninguno de nosotros, entonces así es difícil llevar un control que debe ser periódico y muy cuidadoso», subrayó.
Maradona, de 47 años de edad, pesaba al rededor de 120 kilos cuando llegó a Cartagena y luego de la cirugía bajó casi la mitad. El ex futbolista lució esbelto un tiempo pero en los últimos meses se le vio en restaurantes comiendo y bebiendo en exceso y volvió a ganar peso.
«La cirugía se hace para manejar la obesidad, es un arma muy poderosa que le brinda uno al paciente para que logre un peso ideal, mejore su calidad de vida y tenga una mejor salud», señaló Holguín.
Dijo que simultáneamente se le indican una serie de guías para evitar el regreso a la condición original, que incluyen no consumir alimentos de alto contenido calórico y ejercitarse.
«Es vital mantener el régimen indicado, esta disciplina la facilita la cirugía. Al disminuir el tamaño del estómago la persona va a comer menos, tiene menos ansiedad de comer, entonces se le facilita mantenerse en el peso ideal», dijo.
Si el paciente no sigue esos preceptos y comienza a consumir alimentos ricos en calorías ya sean derivados de carbonos, dulces, grasas o alcohol, inmediatamente se detiene el proceso de descenso de peso e inclusive vuelve a ganarlo.
«Cuando se hace una cirugía de esta clase el tamaño del estómago se reduce considerablemente entonces la capacidad gástrica esta disminuida pero se le facilita a la persona cumplir una buena dieta ya que con lo poquito que come se siente satisfecha, bien y para de comer», concluyó.