Doscientos millones de estadounidenses acuden este martes a las urnas en unas elecciones legislativas que se consideran un plebiscito sobre George Bush y la guerra de Iraq. El partido demócrata podría recuperar el control de la Cámara de Representantes e incluso del Senado.
| noviembre 7, 2006
Doscientos millones de estadounidenses acuden este martes a las urnas en unas elecciones legislativas que se consideran un plebiscito sobre George Bush y la guerra de Iraq. El partido demócrata podría recuperar el control de la Cámara de Representantes e incluso del Senado.
Los demócratas hacen una ultima llamada a sus simpatizantes pero los republicanos son mucho más eficaces a la hora de asegurarse que los suyos acudan a votar y eso puede ser clave. En juego está el control del poder Legislativo, porque se disputan todos los escaños de la Cámara de Representantes, como nuestro Congreso, y la tercera parte del Senado. Las encuestas dicen que los demócratas ganaran la Cámara porque robaran a los republicanos bastantes más de los quince asientos que hasta ahora tienen de ventaja.
Pero en el Senado la batalla es mucho mas reñida porque sólo hay dudas de quién vencer en siete Estados y los demócratas tendrían que ganar en seis de ellos. Si los demócratas se imponen en Congreso y Senado se hablará de revolución en la política americana. Si ganan sólo en el Congreso será una advertencia seria a los republicanos, dependiendo de la magnitud de la victoria.
Si los republicanos mantienen la mayoría en ambas cámaras George Bush habrá conseguido un milagro muy improbable. Porque en su ultimo día de campana hasta le dio plantón en Florida el mismo candidato al que Bush iba a apoyar. Pero gane quien gane, Bush seguirá de presidente. Lo que se decide es si los norteamericanos le dejan o no las manos libres en los dos años que le quedan de mandato.
