Francia decepcionó y empató con Corea del Sur por el Grupo G


Decepcionante empate (1-1) entre dos equipos que tendrán que mejorar mucho para poder aspirar a realizar algo importante en este Mundial. Zidane cuajó una pésima actuación, al igual que el resto de su equipo.


Noticia Radio Panamá | Francia decepcionó y empató con Corea del Sur por el Grupo G

| junio 18, 2006


Decepcionante empate (1-1) entre dos equipos que tendrán que mejorar mucho para poder aspirar a realizar algo importante en este Mundial. Zidane cuajó una pésima actuación, al igual que el resto de su equipo.


El encuentro que habría la segunda jornada del grupo G, llegaba precedido por la escasa ilusión que el equipo francés estaba despertando en su país. El debate sobre la edad media del equipo y el mal juego del equipo en los últimos tiempos (incluido su debut en este Mundial), habían “españolizado” a la afición francesa. Sí, han leído bien. El poseedor de la soberanía francesa, es decir, el pueblo, estaba más preocupado en discutir a su seleccionador, que en prestar su apoyo a los jugadores; y los pronósticos que llegaban desde el país galo sobre hasta donde llegaría su selección no eran muy halagüeños (igualito que en nuestro país hasta hace bien poco).


Para colmo los coreanos llegaban crecidos, y amenazaban con acabar prematuramente, por segunda vez consecutiva, con la aventura mundialista de los franceses.


Comenzó el partido, y en el minuto 9 todos los coreanos debían estar pensando que los jugadores franceses, como el buen vino, mejoran con los años. Y es que esos fueron los minutos que necesitó ese fenómeno del fútbol llamado Henry (lástima que no venga al fútbol español), para perforar la defensa coreana. Francia había aprovechado uno de los “peros” de la defensa coreana, su falta de contundencia.


Hasta el momento todo bien, Francia atacaba y Corea se estiraba poco a poco. El problema es que en cuanto los “Bleus” le vieron los dientes al lobo, se dedicaron a esperar en su madriguera. De nuevo, tras un inicio esperanzador, el combinado francés volvía a dar esa impresión de equipo demasiado entrado en años. Y Zidane, pues sencillamente desaparecido. Aún así, el equipo entrenado por Dick Advocaat era voluntarioso, pero no a la media hora de partido seguía sin crear una oportunidad clara. Park Ji-Sung y Cho Jae-Jin se encontraban demasiado lejos del resto del equipo, que no apoyaba demasiado.


La primera mitad transcurrió sin apenas sobresaltos de ahí en adelante. Sólo a balón parado llegaron las ocasiones, una por equipo. La francesa tras un corner botado por Zidane que Vieira remató de cabeza y el guardameta Lee Won Jae sacó, aparentemente, sobre la línea, aunque la polémica estaba servida. La ocasión coreana se limitó a un balón colgado al área francesa por Lee Chun-Soo, sin encontrar rematador. El esférico, ante la mirada de un sorprendido Barthez, se perdió rozando el poste.


La llama de Francia terminó de apagarse


En los primeros minutos de la reanudación Zidane amenaza con aparecer en el partido. Primero un sombrero a un rival, y luego una asistencia a Wiltord, que éste no supo aprovechar, nos hicieron ilusionarnos con un posible renacer de Zizou.


Por desgracia, del genio francés no se volvió a saber nada durante minutos, y eran los asiáticos quienes comenzaron a llevar el peso del partido, aunque esta no era la Corea a la que estábamos acostumbrados. De acuerdo, tampoco es que fueran candidatos al título, pero el sombrío juego que estaban exhibiendo nada tenía que ver con la espontaneidad de otras ocasiones. Por parecer, hasta parecía que corrían menos. En consecuencia, Thuram disfrutaba con tranquilidad de su récord de internacionalidades (116), que comparte con Marcel Desailly.


Francia tenía el encuentro del todo controlado, a pesar de lo cual estaba dando una pobre imagen. No eran capaces de dar más de tres pases seguidos, y tampoco parecía preocuparles, mientras que Corea siguiera tan inoperante como hasta el momento.


Pero el partido nos tenía preparado un desenlace sorprendente. Cuando todos comenzábamos a bostezar, Corea lograba un inmerecido empate en una jugada aislada por medio de Park Ji-Sung. La defensa francesa había pecado precisamente de aquello que se da por supuesto que más posee, experiencia.


De repente y sin que nadie lo esperaba nos encontramos con los mejores minutos del partido, que se había animado, sobre todo por parte de los coreanos, que veían la victoria al alcance de la mano. Y por si Francia no nos había desconcertado lo suficiente, Barthez se encargó de rematarnos con dos salidas que nos recordaron algunas actuaciones del mejor Busquets.


A pesar de ello el marcador no se volvió a mover y ambos equipos podían darse por satisfechos, algo que no se puede decir de los aficionados.

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