La selección ecuatoriana cumplió su sueño con más facilidad de la prevista, goleó a Costa Rica (3-0) y entró por adelantado en los octavos de final de Alemania 2006, gracias a las facilidades dadas por un triste rival, al que no le queda más que buscar un triunfo en el «amistoso» contra Polonia, para adecentar su imagen.
| junio 15, 2006
Ecuador aprendió el camino ante Polonia y repitió el esquema para alcanzar el éxito; goles de Carlos Tenorio, Agustín Delgado e Iván Kaviedes, y control del encuentro. Costa Rica, sin embargo, no supo cómo rentabilizar los aspectos positivos que había mostrado en la inauguración y, esta vez, siquiera contó con Paulo Wanchope, desconectado todo el partido.
Con una defensa de cristal, el equipo de Alexandre Guimaraes sepultó sus esperanzas, una vez más, en el primer tercio del encuentro. Con la máxima efectividad, el del colombiano Luis Fernando Suárez supo antes de tiempo que la clasificación estaba en sus manos, porque el contrario apenas le exigió.
Ambos se atuvieron a lo mostrado en el torneo. Costa Rica encajó un gol en la primera llegada y los ecuatorianos se encontraron con el partido de cara nada más empezar.
Por eso, de nada sirvió que la selección centroamericana saliese dispuesta a imponer el ritmo del encuentro, porque en la primera ocasión en que el balón entró en su área, Carlos Tenorio lo cabeceó a la red, tras un buen pase de Luis Antonio Valencia (m.9).
Con todo a favor, los ecuatorianos escondieron la pelota, durmieron el partido y tocaron para desesperar al rival, pero siempre con un fin último, el que les permitió disparar hasta en cuatro ocasiones antes del primer cuarto de hora, gracias a la bondad mostrada por los «ticos» en la banda izquierda, por donde Valencia creó todo el peligro.
A Costa Rica no le sirvió, siquiera, el cambio de rumbo de su técnico, que a la media hora quitó un centrocampista (Danny Fonseca) para introducir un tercer punta (Alvaro Saborío).
Ni así. Costa Rica tardó más de 40 minutos en rematar con peligro, con un testarazo de Douglas Sequeira, que solo en el segundo palo, envió el balón fuera.
Ecuador, al contrario, aún tuvo otra oportunidad antes el descanso, pero ni Tenorio ni Agustín Delgado llegaron al centro de Ulises de la Cruz.
No importó, porque no tuvo que esperar mucho para comenzar a celebrar su pase a octavos. Apenas once minutos del segundo tiempo y la fiesta en las gradas era totalmente ecuatoriana, porque el «Tin» Delgado había culminado una buena jugada dentro del área con un potente disparo en el palo que defendía, con escaso éxito, José Porras.
Con clara ventaja en el marcador, sintiéndose superior y con el ánimo exaltado, el conjunto de Luis Fernando Suárez dispuso de media hora para buscar la goleada ante una Costa Rica impotente, que sólo disparó al larguero por medio de Saborío (m.87) y que se va del torneo con la sensación de no haber entrado en él y peor imagen que la mostrada cuatro años antes en Corea.
Para la selección ecuatoriana, mientras, quedó el regusto de la goleada, gracias a un tanto de Iván Kaviedes (3-0) y el desafío de disputarle a Alemania el primer puesto del grupo, un reto al alcance de un conjunto que ya fue capaz de derrotar a Argentina y Brasil en las eliminatorias.