El Año Nuevo budista apenas celebrado en Birmania, tras un año de dictadura militar

Internacional

Birmania apenas celebraba este miércoles el festival de Thingyan, que marca el Año Nuevo budista, pues la mayoría de los habitantes decidieron no bajar a las calles para rociarse con agua, como indica la tradición, mientras prosiguen los disturbios más de un año después del golpe militar.

El festival de Thingyan, que forma parte de un ritual de purificación para recibir el año nuevo budista, suele generar normalmente escenas de júbilo en las calles, donde grandes muchedumbres libran batallas de agua.

Pero este miércoles las arterias del centro de Rangún estaban tranquilas, sin ninguna señal de festejo, según corresponsales de la AFP.

"No vamos a celebrar el festival de agua este año" declara a la AFP un habitante que requiere el anonimato. "Yo no salgo (…) Tenemos miedo de que nos pase algo".

Medios locales han informado sobre pequeños grupos manifestándose contra la junta militar en el poder, y portando  pancartas en las que se instaba a boicotear los festejos.

Este país del sureste asiático está sumido en el caos desde el golpe de febrero de 2021 que derrocó el gobierno de Aung San Suu Kyi y más de 1.700 personas han muerto por la represión contra disidentes, según un grupo local de monitoreo.

La junta militar está cada vez más aislada y el líder camboyano Hun Sen es el único dignatario extranjero que ha visitado el país desde el golpe. 

La Unión Europea y Estados Unidos, además de países como Australia, Canadá, Nueva Zelanda y el Reino Unido, han llamado al ejército a "cesar la violencia y restaurar el camino hacia la democracia en Birmania".