El presidente de Perú, el izquierdista Pedro Castillo, anunció la tarde de este martes el fin anticipado del toque de queda diurno que había decretado horas antes en Lima y el vecino puerto del Callao para contener protestas.
"A partir del momento vamos a dejar sin efecto esta inamovilidad [toque de queda]. Corresponde llamar a la tranquilidad al pueblo peruano", dijo Castillo sentado al lado de la presidenta del Congreso, la opositora María del Carmen Alva.
Patrullas militares y policiales custodiaban este martes las semivacías calles de Lima, haciendo cumplir el toque de queda diurno decretado por Castillo, que fue repudiado por amplios sectores de la población, incluidos líderes de izquierda.
"Las medidas que se toman, como las que se tomaron ayer [lunes], no son para ir contra el pueblo, sino para resguardar la vida de los compatriotas", dijo Castillo, quien enfrenta la primera protesta de su gobierno, iniciado hace ocho meses.
El anuncio del fin del toque de queda, que debía durar hasta la medianoche, fue recibido con vítores por centenares de manifestantes congregados cerca del edificio del Congreso y en otras partes de Lima, afirmando que le habían doblado la mano al presidente, observaron periodistas de la AFP.
Los comercios estaban cerrados, clases suspendidas y el transporte público era casi ausente en la capital y el vecino puerto del Callao, donde viven 10 millones de personas.
Los limeños fueron sorprendidos por la medida, anunciada hacia la medianoche del lunes por Castillo por televisión, pues los disturbios de ese día habían sido focalizados y los más graves tuvieron lugar en provincias, no en la capital.