Esta semana se debía dar la segunda reunión de la Comisión de Alto Nivel que lidera el presidente Cortizo.
| abril 1, 2022
Una de las alternativas que se analiza para reducir el impacto que ha tenido en el presupuesto de los consumidores el incremento de la gasolina y el diésel es reducir o suspender temporalmente el cobro del impuesto al consumo que se aplica a los combustibles.
Por lo menos tres anteproyectos de ley se han presentado en la Asamblea Nacional en los que se persigue esta reducción temporal del impuesto de consumo al combustible y derivados del petróleo, a raíz de las alzas de precios como consecuencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
En Panamá, el combustible que se comercializa es importado y depende directamente del comportamiento de los precios de paridad en el mercado internacional, con base al costo del barril de petróleo. Adicional a ese costo, cuando el producto llega al país se le aplica un impuesto de consumo, que para el galón de gasolina es de 60 centésimos, mientras que para el de diésel bajo en azufre de 25 centésimos.
El primer anteproyecto de ley 251 fue prohijado el pasado 30 de marzo en la Comisión de Economía y Finanzas de la Asamblea. El documento establece una suspensión transitoria en el cobro y recaudación del impuesto de consumo al combustible y derivados del petróleo, propuesto por la diputada del gobernante Partido Revolucionario Democrático, Zulay Rodríguez y otros.
Según esta propuesta, una vez finalice el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, se reanudará el cobro y recaudación del impuesto de consumo al combustible y derivados del petróleo en la República de Panamá.
Otra de las iniciativas es la que impulsa el diputado panameñista Luis Ernesto Carles, a través del anteproyecto de ley 264, para reducir 25 centésimos del impuesto al galón de gasolina y 10 centésimos al galón de diésel bajo en azufre. Este anteproyecto busca que la reducción sea por 180 días.
En el artículo 2 de la propuesta de Carles se indica que “la reducción temporal del impuesto al consumo de los productos derivados del petróleo establecidos en esta ley tendrá incidencia directa en el precio de venta al consumidor y no podrá ser retenida, bajo ningún concepto, por los agentes de percepción del impuesto”.
El tercer anteproyecto es el N°258, propuesto por el diputado de Cambio Democrático, Rony Araúz. Igualmente propone modificar artículos del Código Fiscal relativos al impuesto al consumo de algunos combustibles líquidos por el término de 180 días. También propone que se descuenten 25 centésimos por galón de gasolina y 10 centésimos por galón de diésel.
El precio de los combustibles se disparó a más de un dólar el litro en febrero para los consumidores panameños, precio que no se veía desde 2014. Luego, con el conflicto bélico fue mayor el incremento en marzo; y en el último anuncio de precios, desde el viernes 25 de marzo, el litro de gasolina en las ciudades de Panamá y Colón se fijó a un tope de $1.19, mientras que el galón alcanzó por primera vez los $4.50. Comparado con los precios de hace un año, el aumento es de $1.33 el galón o 30%.
La Secretaría Nacional de Energía debe comunicar el próximo miércoles los precios que regirán a partir del viernes 8 de abril y por los siguientes 14 días. Con base al precio que tuvo el petróleo en los primeros días de esta semana, ya se reflejaba una tendencia de aumento de hasta 20 centésimos para el galón de gasolina y de 59 centésimos para el galón de díesel.
El jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden dispuso una inédita liberación de reservas de crudo para aliviar a los hogares estadounidense ante el incremento del precio de los combustibles a consecuencia de la invasión rusa a Ucrania. Esto podría tener un impacto en el precio del barril.
Esta semana se debía dar la segunda reunión de la Comisión de Alto Nivel que lidera el presidente Cortizo.
En el primer encuentro se presentó una pluralidad de opciones. El secretario de Energía, Jorge Rivera Staff adelantó que en esta segunda reunión se debe puntualizar qué estrategias o medidas es posible tomar para estabilizar o minimizar el impacto de los precios en los combustibles.