Tras la introducción de un artículo en un proyecto de ley, se caldearon los ánimos y se enredó el motivo original de la propuesta.

| febrero 5, 2020
Leonardo Grinspan
En algún momento se pensó que con las elecciones del año 2019 muchas cosas iban a cambiar… sucede que otra vez el país se golpeó contra la pared. Desde la elección y toma de posesión de la junta directiva, la Asamblea Nacional de diputados ha generado preocupación en gran parte de la población.
Lo último que ha puesto a pensar que nada ha cambiado fue la introducción de un denominado “camarón legislativo”, que ha transformado un proyecto de ley que buscaba endurecer el castigo a los violadores, en un posible beneficio para aquellos delincuentes primarios que fueran condenados a 5 años de prisión o menos.
Factor que le quitaría a los jueces la facultad de decidir la sustitución de penas por medidas mas leves.
El proyecto de ley 91 presentado originalmente por el diputado Gabriel Silva, establece la desaparición de los acuerdos de pena para los delitos contra la libertad e integridad sexual cuando la víctima sea menor de edad, además de anular la caducidad de los mismos.
Mientras que los diputados oficialistas le agregaron un artículo al proyecto de ley, argumentando que con el mismo, se reduciría el hacinamiento en las cárceles.
Lo que no explicaron los oficialistas es que no hay distinción por el tipo de delito. Esto quiere decir, que aquellos que logren una pena menor a 5 años, por delitos de corrupción, narcotráfico, blanqueo de capitales o cualquier otro delito de alto perfil, serán beneficiados por este detalle.
Por lo que la interrogante aquí planteada es: ¿Legislan los diputados para beneficio del país o para su comodidad misma?