Bruselas advierte de posibles problemas de abastecimiento a final de año.

| junio 17, 2014
Moscú rechaza la propuesta de pacto presentada por la Unión Europea
Cuando los detalles técnicos del acuerdo parecían casi cerrados, el diálogo entre los representantes de Rusia y Ucrania, con la mediación de la Comisión Europea, se frustró. Gazprom optó por introducir, como ya había advertido, el régimen de prepago en los suministros de gas a Kiev. Es decir, mientras Naftogaz, la compañía estatal ucrania, no pague la millonaria deuda que tiene por el combustible, no recibirá más gas ruso.
El ministro ucranio de Energía, Yuri Prodan, anunció el cierre del grifo, aunque garantizó el abastecimiento a los clientes europeos de Rusia a quienes el gas les llega a través de Ucrania, informa Reuters. Si no se encuentra un acuerdo relativamente rápido, esta situación podrá influir en el abastecimiento a Europa: la UE depende en un 39% del gas ruso y necesita los flujos que circulan por Kiev para almacenar energía para el invierno. De momento, las reservas se encuentran al 59% de su capacidad, pero la situación apremia. “Si no llenamos ahora los depósitos [ucranios], tendremos probablemente problemas en Navidad”, aseguró el comisario europeo, Günther Oettinger, en conferencia de prensa tras la suspensión de las negociaciones.
La deuda ucrania, según Gazprom, asciende a 4.458 millones de dólares (3.292 millones de euros), una cifra que Kiev rechaza, aunque no ofrece su estimación. Rusia exigía el pago inmediato de 1.951 millones de dólares para no cortar el gas y rechazó una oferta de Oettinger para que Kiev pagara 1.000 millones este mismo lunes y el resto en seis plazos. Ucrania sí había aceptado el pacto.
Tras varios días de negociaciones, las partes no pudieron ponerse de acuerdo ni en el pago de esas facturas ni en el precio para las entregas futuras. El comisario europeo aseguró, no obstante, que Ucrania pretende cumplir con el tránsito de gas hacia la UE y se mostró confiado respecto a la voluntad rusa de suministrar gas a la Unión. En 2009, cuando Rusia cerró el grifo, Ucrania optó por quedarse con parte del gas que circulaba hacia Europa.
Ucrania dispone de 13.500 millones de metros cúbicos almacenados, lo que garantiza su suministro y el europeo durante el verano. Pero debería llegar a unos 20.000 al final del verano para lograr la normalidad en invierno, según la Comisión Europea. Los cortes aplicados desde este lunes lo dificultan, aunque Bruselas confía en reanudar las conversaciones.