La sangre hurtada del Papa Juan Pablo II estaba guardada en una ampolla en una iglesia de los Apeninos. También se llevaron un crucifijo.
| enero 28, 2014
Cincuenta carabineros, con un grupo de perros especializados, continuaban buscando hoy la reliquia, mientras se refuerza la pista de que los ladrones se llevaron la ampolla con sangre y un pequeño crucifijo de la parroquia para realizar ese rito oscuro o simplemente para satisfacer los caprichos de un coleccionista.
En esa zona de la cordillera de los Apeninos está la capital de la región, L’Aquila, que sufrió hace cuatro años un terremoto que la devastó causando más de 300 muertos.
En agosto de 2012, la ampolla con la sangre de Juan Pablo II había sido robada por tres sacerdotes de la mochila de otro cura a bordo de un tren. La reliquia fue encontrada pocas horas después, abandonada cerca de la estación de ferrocarril de Cerveteri, en el litoral romano, a 40 kilómetros de la capital.
Francisco proclamará santo el 27 de abril al polaco Karol Wojtyla, que reinó como pontífice durante 26 años y medio, desde 1978 y hasta su muerte, en abril de 2005.
En la misma ceremonia, en la plaza de San Pedro, que será encabezada por el argentino Francisco, será también canonizado Juan XXIII, el “Papa Bueno” que revolucionó a la Iglesia en solo cinco años como Sumo Pontífice, convocando el Concilio Vaticano II que renovó a la institución católica y la reconcilió con el mundo contemporáneo. El 27 de abril se celebra la Divina misericordia, una fiesta creada por Juan Pablo II.
Fuente: Clarin.com