La presidenta del PARLACEN, la hondureña Gloria Oquelí, lamentó la posición de Martinelli y la calificó de paso negativo en el camino hacia la unidad del istmo.
| agosto 18, 2009
La decisión del presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, de retirar a su país del Parlamento Centroamericano (PARLACEN) constituye un retroceso para el proceso integracionista emprendido hoy en la región, advirtieron dirigentes del foro.
La presidenta del PARLACEN, la hondureña Gloria Oquelí, lamentó la posición de Martinelli y la calificó de paso negativo en el camino hacia la unidad del istmo.
Oquelí propuso efectuar un diálogo con el presidente, la sociedad civil, la Asamblea Nacional y los partidos políticos para evitar la salida de Panamá de ese organismo.
Sectores del opositor Partido Revolucionario Democrático advirtieron sobre las graves consecuencias para el país, si se concreta el anuncio del mandatario, que enviará a su canciller a Guatemala para oficializar la desvinculación del PARLACEN.
Esta decisión pone en riesgo la unidad de los pueblos de Centroamérica y la integración económica, política, cultural y social, advirtió, por su parte, la diputada salvadoreña y vicepresidenta del foro, Nidia Díaz.
Díaz hizo un llamado al gobierno panameño a actuar de conformidad con lo suscrito en el estado constitutivo del ente regional.
Panamá se incorporó hace 16 años a ese mecanismo, en el cual están legisladores de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana.
El Parlamento Centroamericano fue creado en 1991 para fortalecer el diálogo, el desarrollo, la integración y la reconciliación en Centroamérica.
Según el protocolo constitutivo, los estados miembros deberán abstenerse de adoptar medidas unilaterales que pongan en peligro los principios fundamentales del PARLACEN.
