Noriega, que tras su captura el 3 de enero de 1990 por las tropas estadounidenses ha estado encarcelado en EE.UU., primero, y luego en Francia por delitos de narcotráfico y lavado de dinero.
| diciembre 10, 2011
También ha reavivado el recuerdo de la invasión militar lanzada por Estados Unidos en diciembre de 1989, tras dos años de una política infructuosa de asfixia económica al país, como recurso extremo para capturar a quien había sido "su hombre" en Panamá y que había caído en desgracia por sus vínculos con el narcotráfico.
En lo que sí coincide la mayoría de los panameños es en la responsabilidad que tuvo Noriega en que se produjera la invasión.
"La decisión de Noriega de no optar por una salida »negociada» tiene que entenderse en función de su vinculación histórica con los organismos de inteligencia norteamericanos, que hasta el último momento le aseguraron que no habría invasión", declaró a Efe el expresidente Ernesto Pérez Balladares (1994-1999).
"Los EE.UU. pudieron haber hecho una operación quirúrgica para llevarse a Noriega (tan injustificada como la propia invasión), pero optaron por destruir al Ejército panameño, que ellos mismos habían alentado en otros momentos", agregó el exgobernante.
Ese es uno de los principales reproches que le hacen ahora sus antiguos compañeros de armas, que llevara al país a una situación límite que acabó con una invasión que costó cientos de vidas de panameños (nunca se ha sabido la cifra exacta), además de la posterior disolución de las llamadas Fuerzas de Defensa.
"Noriega se cagó en las Fuerzas de Defensa. Él fue el responsable" de su disolución, declaró a Efe uno de sus tenientes coroneles de entonces, contra quien el Ejército de EE.UU. no encontró motivos de detención y dejó libre mientras se llevaba en un avión militar a Noriega para ser juzgado por narcotráfico.
"Es el único responsable de todo lo que pasó en su período como comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa", declaró asimismo a Efe el exmayor de las Fuerzas de Defensa Felipe Camargo, que estuvo encarcelado siete años y medio tras la invasión por violaciones a los derechos humanos.
"En ese momento se aplicaba la obediencia debida obligatoria", dijo Camargo, que indicó que para él Noriega perdió toda su "jerarquía" al no asumir su responsabilidad ni salir en su defensa en los casos por los que poco más de una veintena de sus subalternos fueron llevados a juicio en Panamá.
"Noriega es el único que tiene que pedirle perdón al país y dar todas las explicaciones", agregó el exmilitar.
El regreso de Noriega también ha revuelto las pesadillas de las víctimas de la dictadura militar y de sus familiares.
Los responsables "ni siquiera han dicho dónde enterraron a los desaparecidos", aseguró a Efe el médico Guillermo Rolla Pimentel, quien fue perseguido durante la dictadura y tuvo que exiliarse en dos ocasiones, por un total de trece años.
Al igual que Rolla Pimentel, el histórico líder de la Cruzada Civilista Roberto Brenes se mostró contrario a que una vez llegue procedente de Francia, dados sus 77 años y sus padecimientos de salud, a Noriega se le pueda conceder el beneficio de cumplir sus condenas en su domicilio, en lugar de en la cárcel.
"No podemos pasarle a las generaciones futuras el mal ejemplo de perdonar o condonar (el castigo) al delincuente más grande que ha tenido este país", declaró a Efe el dirigente de ese plataforma de agrupaciones cívicas y gremiales que a finales de los años 80 combatió la dictadura de Noriega (1983-1989).
Noriega, que tras su captura el 3 de enero de 1990 por las tropas estadounidenses ha estado encarcelado en EE.UU., primero, y luego en Francia por delitos de narcotráfico y lavado de dinero, ha sido juzgado en ausencia en Panamá y tiene pendientes por cumplir en su país varias penas que suman más de 60 años de cárcel.
El Gobierno confirmó hoy que, tras una última revisión médica hecha en Francia, se determinó que Noriega "se encuentra en condiciones de viajar", por lo que llegará mañana en un vuelo de Iberia a las 17.30 hora local (22.30 GMT), para ser trasladado a la cárcel El Renacer, en una zona selvática próxima al Canal, donde ocupará una celda individual y "sin lujos".
Noriega fue el último general que sojuzgó Panamá durante el periodo dictatorial inaugurado en 1968 por un golpe encabezado por el general Omar Torrijos, fallecido en 1981.