Lewis comenzó el lunes una visita de trabajo a Cuba, en la cual se entrevistó con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, y suscribió un acuerdo de Alcance Parcial, que reduce los aranceles para un grupo de productos de interés bilateral, en un comercio que alcanzó 71 millones de dólares en 2007.
| marzo 17, 2009
El presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió al vicepresidente y canciller de Panamá, Samuel Lewis, quien le entregó un mensaje del mandatario Martín Torrijos, informó este martes un escueto comunicado oficial.
"El distinguido visitante transmitió a Raúl un mensaje personal del mandatario de la hermana nación centroamericana, Martín Torrijos", señaló el texto, publicado en el diario oficial Granma.
La nota indicó que "el encuentro estuvo en consonancia con el excelente estado de las relaciones entre los dos países" y en él estuvieron presentes los recién nombrados Bruno Rodríguez, como canciller y Jorge Martí, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Partido Comunista (PCC, único).
Rodríguez sustituyó a Felipe Pérez Roque, depuesto hace 10 días en un amplio cambio del gabinete, mientras que Martí reemplazó a Fernando Remírez de Estenoz, en un cambio no explicado públicamente.
Lewis comenzó el lunes una visita de trabajo a Cuba, en la cual se entrevistó con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, y suscribió un acuerdo de Alcance Parcial, que reduce los aranceles para un grupo de productos de interés bilateral, en un comercio que alcanzó 71 millones de dólares en 2007.
"Dos pueblos hermanos como son Panamá y Cuba han encontrado fórmulas de cooperación, de trabajo conjunto, para beneficio de nuestra gente", dijo Lewis tras la firma del acuerdo, en cuya ceremonia agradeció la cooperación de Cuba en educación y salud.
El vicepresidente afirmó que "miles de panameños (fueron) beneficiados con el programa (de alfabetización) ‘Yo sí puedo’" y dijo que espera "que en los próximos meses poder ya establecer a Panamá como un país libre de analfabetismo".
Torrijos restableció los vínculos con Cuba al llegar a la presidencia en 2004, rotos por La Habana en repudio a una decisión del gobierno de la ex presidenta Mireya Moscoso de liberar a un grupo de anticastristas acusados de preparar un atentado contra el entonces mandatario cubano, Fidel Castro.
