El proceso, que estaría supervisado por una nueva Junta de Inversiones Cibernéticas de más alto nivel, tiene como objetivo simplificar el proceso de compras de Defensa, tradicionalmente lento, para hacer frente al acelerado ritmo de los eventos en el ciberespacio, señaló el informe de 16 páginas.
El Congreso, en una ley sobre defensa promulgada el año pasado, pidió al Pentágono que desarrolle una estrategia que le permita comprar con más rapidez herramientas para la guerra cibernética, aplicaciones y otras capacidades.
El Pentágono envió un informe al Congreso el mes pasado en el que se perfilaba su estrategia.
El documento, al que Reuters obtuvo acceso, señala que el proceso del Pentágono para la adquisición de capacidades contra la guerra cibernética estará dividido en dos vías -una rápida y otra premeditada- que se usarán en función de la urgencia.
"El marco de trabajo para procesos alternativos de compra debe ajustarse a la complejidad, costos, urgencia y tiempo de respuesta asociados con el desarrollo de las capacidades para la guerra cibernética que estén siendo desarrolladas", indicó el escrito.
"Los programas con riesgos más elevados y tiempos de respuesta más largos, y en consecuencia, con más costo y complejidad, se gestionarán con una mayor supervisión y aprobaciones centralizadas", añadió.
Durante el proceso, las necesidades cibernéticas deberán ser identificadas y presentadas a diferentes organizaciones dentro del departamento.
El Cibermando estadounidense, un mando de combate creado hace dos años para defender las redes militares y realizar ofensivas cibernéticas llegado el caso, será el encargado de comprobar las necesidades.
Los equipos del Cibermando decidirán qué proceso de compra deberán seguir.
La vía rápida se utilizará habitualmente "en respuesta a necesidades urgentes y críticas para una misión de apoyo a operaciones o amenazas emergentes", explicó el documento.
El proceso premeditado incluirá "más tiempo para planificar las compras, considerar y analizar las opciones", pero seguirá siendo más rápida que los plazos para la compra de la mayoría de armas militares, sostuvo.
El Pentágono habilitará almacenes para guardar las herramientas de operaciones cibernéticas y las aplicaciones, sitios que podrán ser usados como plataformas para colaboraciones. El Cibermando deberá mantener un registro de estas armas.