Lo primero que hizo el papa, elegido el 13 de marzo, fue desprenderse de oropeles. Calza zapatos negros y no los rojos papales y se aloja en la residencia Santa Marta
| marzo 10, 2014
Bergoglio, de 77 años, un jesuita con corazón franciscano, nada más presentarse a los fieles dijo al mundo que quiere ser un papa "al servicio de los demás", que sueña con una Iglesia "pobre y para los pobres" y abierta al mundo, tanto, que animó a los religiosos a abrir los conventos vacíos para alojar a los refugiados.
Lo primero que hizo el papa, elegido el 13 de marzo, fue desprenderse de oropeles. Calza zapatos negros y no los rojos papales y se aloja en la residencia Santa Marta, una dependencia del Vaticano, junto con obispos y sacerdotes y no en los fríos apartamentos del Palacio Apostólico.