| junio 15, 2016
Por: Ing. Miguel Angel Cuadra C.
Panamá termina su participación en la Copa América Centenario, con muchas cosas aprendidas y una oportunidad para todos los panameños de palpar el nivel que se juega a nivel de las selecciones de primer mundo.
Toda experiencia adquirida en este torneo es ganancia para nuestros jugadores, jugamos con lo que tenemos actualmente en nuestro país y sin duda tanto colectiva como individualmente, realizamos que este era nuestro mundial; tal vez lo más cerca al sueño de todo un país de estar en Rusia 2018.
Ayer jugamos con un equipo muy desequilibrante, ordenado y letal; ciertamente nuestros guerreros lo intentaron pero fueron superados física y tácticamente. No podemos hablar de lo que hubiese sido si el equipo estuviese completo, sería injusto para los que hicieron el esfuerzo ayer y nos crearía una dependencia que no es favorable.
Me quedo con el trabajo individual de Camargo, Arroyo, Miller, Quintero y Gómez, de este último tengo que reconocer que tácticamente sabe como organizar el equipo en la cancha y en este torneo mostró mucha entrega y oficio, me sorprendió positivamente sobre todo ane Bolivia y Argentina.
Nos queda aprender a lección y como país, mirar a dónde estamos y a dónde queremos ir; buscar la manera de desarrollar realmente a nuestros futbolistas desde las bases y en un futuro podremos recoger el fruto de la cosecha, ahora mismo hay que ser honestos que no estamos a nivel de mundiales, sin embargo estamos en el camino para lograrlo.
Criticar y hacer señalamientos, no ayuda en nada ahora mismo. Todo lo vivido en esta copa fe ganancia y con esto en mente sabemos que el objetivo real sigue siendo Jamaica, si queremos seguir dentro del Hexagonal.
Ver a nuestro país compitiendo a este nivel, sin duda que fue emocionante; tuvimos una oportunidad inmensa que no tuvieron otras selecciones mundialistas como Honduras, El Salvador y Trinidad y Tobago; porque a Panamá lo bailado no se lo quita nadie!