| octubre 25, 2011
Elizabeth Byrs, portavoz de la OCHA, destacó que la región sigue “en estado de alerta máxima” y que su oficina está pendiente también de la evolución del huracán “Rina”, que se dirige hacia Belice y que, en función de la trayectoria, podría dirigirse hacia Cuba.
El país centroamericano más afectado es El Salvador, donde Naciones Unidas lanzará este miércoles un llamamiento de urgencia para financiar las operaciones de asistencia por valor de 15.7 millones de dólares, destinadas a atender a 300 mil personas.
“El llamamiento de urgencia se presentará mañana a los países donantes y el dinero, del que ya se ha comprometido un uno por ciento, se empleará para ayudar a los damnificados desde el mes de octubre, hasta abril del año que viene”, explicó Byrs en rueda de prensa.
“El Salvador afronta ahora uno de los mayores desastres de su historia, debido a la extensión y la magnitud del impacto, asÍ como los graves daños causados por las lluvias en zonas agrícolas y en las infraestructuras", manifestó la portavoz de Naciones Unidas.
El objetivo prioritario es ofrecer ayuda humanitaria a los sectores más vulnerables de la población afectada, especialmente niños, mujeres y familias de zonas rurales, que están viviendo en refugios y que afrontan la destrucción total de sus medios de vida.
La OCHA ha establecido una lista de prioridades en la asistencia: refugio de emergencia a los damnificados, distribución de agua potable y de servicios sanitarios e higiénicos, suministro de alimentos de primera necesidad y facilitación de servicios médicos.
La ONU indicó que el daño sufrido por las infraestructuras dificulta la ayuda, porque muchas carreteras están bloqueadas o aisladas por las inundaciones y los corrimientos de tierra.