Cuatro agentes resultaron heridos tras recibir pedradas, y una mujer policía fue herida al ser alcanzada por un coctel molotov en la espalda, dijo la fuerza de seguridad
| julio 19, 2013
BRAZIL: Cinco días antes del arribo del papa Francisco a Río de Janeiro, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, la violencia y las protestas no desaparecen, y crece la preocupación por la seguridad del Sumo Pontífice, quien solicitó un operativo light para su estadía en la ciudad carioca.
Los barrios de Leblon e Ipanema, dos de los más tradicionales y acomodados de Río de Janeiro, amanecieron ayer con el rastro del vandalismo dejado en la madrugada por manifestantes que hicieron hogueras en la calle y saquearon locales. El hecho ocurrió después de semanas de masivas y violentas protestas contra el gobierno de Dilma Rousseff.
La noche comenzó con la protesta de cientos de manifestantes frente a la residencia del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, que terminó con un enfrentamiento con unos 80 policías que dispersaron el grupo, convocado a través de redes sociales para denunciar presuntos actos de corrupción.
Cuatro agentes resultaron heridos tras recibir pedradas, y una mujer policía fue herida al ser alcanzada por un coctel molotov en la espalda, dijo la fuerza de seguridad, que no informó del número de manifestantes heridos. Además, hubo 15 detenidos.
