Los peritos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) concluyeron que la piel del rostro y cuello no le fue arrancada como un mensaje entre grupos criminales

| julio 12, 2016
"Se concluye que la causa de la muerte de Julio César Mondragón Fontes fue un traumatismo cráneo encefálico producido por objeto de tipo contundente, bordes romos, con extremo angular. Con la segunda necropsia se corroboró radiológicamente que no existió en trayecto del proyectil disparado por arma de fuego, como lo había considerado el perito en medicina forense del GIEI", detalló José Trinidad Larrieta, de la Oficina Especial del Caso Iguala-CNDH.
Los peritos de la CNDH concluyeron que la piel del rostro y cuello no le fue arrancada como un mensaje entre grupos criminales.
"El dictamen médico forense y criminalístico de la CNDH también confirmó que la pérdida de tejido de la cara y cuello fue producto de la intrusión de la fauna depredadora del lugar, facilitada por la propia destrucción de la piel del rostro, consecuente a los múltiples traumatismos, entre ellos la fractura de 13 de los 14 huesos de la cara, sufridos en esta región de la cabeza y la presencia de líquido hemático".
En conferencia de prensa, José Trinidad Larrieta, Titular de la Oficina Especial para el Caso Iguala de la CNDH, demandó a las autoridades que llevan el caso, indagar a 11 detenidos por la probable comisión de delitos de tortura en contra de Julio César Mondragón Fontes.