Dos chicos de 16 y otro de 19 años, alumnos de yeshivá, desaparecieron el jueves en Cisjordania.
| junio 15, 2014
“No les puedo decir todo lo que sé” sobre el secuestro, explicó Netanyahu en una rueda de prensa el sábado por la noche. Es una muletilla muy común en la política israelí. Acto seguido, el primer ministro descartó sin embargo “cualquier duda” de que sus fuerzas de seguridad están ante un crimen, del que responsabilizó a la Autoridad Nacional Palestina y a su presidente, Mahmud Abbas.
El caso está provocando un considerable revuelo en Israel. Ha comenzado una semana después de que los palestinos presentaran su Gobierno de unidad entre los partidos Hamás y Al Fatah, que hasta abril fueron enemigos irreconciliables. Las dos facciones palestinas se separaron tras una corta guerra civil en 2007, que redundó en la división de los territorios palestinos: Hamás se quedó en la Franja de Gaza y Al Fatah, en Cisjordania. La reconciliación ha llegado cuando Hamás se encuentra más débil. En 2013 perdieron a sus principales aliados, los Hermanos Musulmanes de Egipto, depuestos y criminalizados en un golpe militar que pronto cumplirá un año.
Netanyahu dijo el sábado que las autoridades están haciendo “todo lo posible” para “devolver a los chicos a sus casas”. Sostuvo el primer ministro que, aunque el secuestro se produjera en una zona del “Área C” de Cisjordania -la que está bajo control militar y civil directo de Israel- la Autoridad Palestina “tiene la responsabilidad de controlar la zona de donde proceden” los secuestradores. Netanyahu cargó las tintas contra Abbas asegurando que el secuestro es “la verdadera consecuencia” del acuerdo de reconciliación palestino anunciado en abril.
Dicho acuerdo significó, según el conservador Netanyahu, “abrir la puerta a que Hamás controle Cisjordania”. Recuperó su letanía de que “no se puede hablar de paz con Israel mientras se pacta con un grupo que aspira a destruir Israel”.
El Gobierno israelí argumentó que la reconciliación palestina, anunciada en abril, impedía la continuación de las conversaciones de paz que patrocinó Estados Unidos durante nueve meses. Terminaron el 29 de abril sin asomo de compromiso. El enésimo estancamiento de las negociaciones arroja sombras sobre el proyecto de fundación de un Estado palestino de pleno derecho. Los partidos de la derecha radical israelí y también el recién elegido presidente de la república, Reuven Rivlin, ponen en entredicho la solución de los dos Estados para el eterno conflicto. Algunos, como el ministro de Economía, Naftalí Bennet, piden ya la anexión a Israel de partes significativas de Cisjordania.
El Ejército y los servicios secretos de Israel activaron un amplio dispositivo de busca. Decenas de palestinos ya han sido detenidos en las pesquisas. La policía investiga además si el hallazgo de un coche robado y más tarde quemado y abandonado cerca de la ciudad de Hebrón, en Cisjordania, guarda relación con el triple secuestro.