| octubre 23, 2015
"Estamos aquí para expresar nuestro pesar, nuestra compasión y nuestro apoyo a los familiares de las víctimas", ha declarado a mediodía el primer ministro, Manuel Valls, desde la localidad de Puiguessin, donde se han concentrado las operaciones de atención a las víctimas y sus familiares, así como las actividades de rescate y de investigación. Valls ha visitado la zona acompañado por el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, y el secretario de Estado de Transporte, Alain Vidalies. "Se trata de una catástrofe tremenda", ha añadido el primer ministro, la peor registrada en las carreteras francesas en más de 30 años, al tiempo que ha asegurado que la investigación está ya en marcha. "Francia y los franceses estamos hoy de duelo", ha concluido.
Desde Grecia, donde se encuentra de visita oficial, el presidente francés, François Hollande, ha asegurado que el Gobierno está "totalmente movilizado por esta terrible tragedia" y ha manifestado su "tristeza". "Aclararemos las circunstancias de este drama. Todos los servicios están en el lugar para aportar los auxilios necesarios y acompañar a las familias", ha indicado Hollande en un comunicado. El presidente ha enviado un mensaje de condolencia a las víctimas, a quienes ha garantizado "la solidaridad de la nación". El Gobierno español ha transmitido sus condolencias a los familiares de las víctimas y "su cercanía con el pueblo y autoridades de Francia".
Los dos vehículos han colisionado a las 7.30 en la carretera departamental 123, una pequeña carretera de viñedos cerca de Libourne, a 57 kilómetros de Burdeos. El alcalde de Puisseguin, Xavier Sublett, ha informado de que el conductor del autobús ha sobrevivido. "Ha sido el camión el que ha perdido el control y ha quedado atravesado en la carretera", ha afirmado. En declaraciones a la emisora RTL recogidas por Europa Press, el alcalde ha explicado que el conductor del autocar ha intentado esquivarlo pero no lo ha logrado y finalmente se ha producido la colisión. Según ha indicado Sublett, el conductor solo ha conseguido activar la apertura de las puertas del vehículo para que algunos pasajeros pudieran salir, cosa que ha ocurrido.
En el autobús viajaban 49 personas procedentes de diferentes pequeñas localidades de la zona. El autocar había partido minutos antes del siniestro de la localidad de Petit Palais, de menos de 700 habitantes, cuyo club de la tercera edad había organizado una excursión a Arzacq, en el vecino departamento de Bearn. A escasos siete kilómetros del lugar de partida, se produjo el siniestro. Dos heridos sufren graves quemaduras y han sido trasladados al hospital universitario de Burdeos. Otras dos sufren traumatismos craneoencefálicos.
La prefectura de la región de Aquitaine elevó el balance a 43 muertos a primera hora de la tarde, cuando los equipos de rescate descubieron el cadaver de un niño de tres años en la cabina del camión. Podría tratarse del hijo del camionero, según informó la gendarmería.
El accidente se ha producido en una "curva peligrosa del pueblo" en la que se han registrado ya varios accidentes, según ha explicado a la radio France Info Gérard Dupuy, segundo adjunto a la alcaldía de Puisseguin. "Todo el mundo está movilizado y estamos empezando a acoger a los familiares. He ido al lugar de los hechos, el camión estaba completamente a la izquierda, el autobús no lo podía ver", ha añadido Dupuy, quien ha descartado que la responsabilidad fuera del autocar.