Diego Maradona confesó el martes que «mi tiempo es ahora» para dirigir a la selección argentina, pero que por sus diferencias con el presidente de la federación Julio Grondona, tal vez que nunca le llegue la oportunidad
| agosto 1, 2007
Diego Maradona confesó el martes que «mi tiempo es ahora» para dirigir a la selección argentina, pero que por sus diferencias con el presidente de la federación Julio Grondona, tal vez que nunca le llegue la oportunidad.
«Tengo muchas ganas de dirigir. Estuve cerca con la selección después del mundial de Alemania, pero no se dio. Sé que mi tiempo es ahora y no lo quiero dejar pasar», dijo el ex capitán del seleccionado argentino durante una extensa entrevista concedida al canal TyC Sports.
Sin embargo, aclaró que «yo no quiero limpiar (desplazar) a nadie. No es mi forma de ser. Hay que dejarlo trabajar tranquilo al Coco», como es conocido Alfio Basile, actual entrenador del seleccionado».
Maradona dijo que tras la eliminación de Argentina en los cuartos de final del último mundial y la posterior renuncia del entonces técnico José Pekerman, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, le ofreció el puesto pero por razones desconocidas todo quedó en la nada.
«No llamaron más y de repente salió la posibilidad de Basile», explicó.
Desde ese momento, Maradona no dejó pasar oportunidad pública para cargar contra el mandamás del fútbol argentino y cree que por ese motivo no tendrá la chance de conducir al seleccionado.
«Todos saben lo que yo tengo con Grondona. Quizás sea nunca, pero bueno, me iré con el dolor en el alma porque creo que hice todo bien, me recuperé para hacerlo bien», sentenció el ex futbolista en referencia al tratamiento que realizó en aquel entonces por su adicción a las drogas.
Por otra parte, Maradona opinó sobre la derrota de Argentina en la final de la última Copa América de Venezuela a manos de Brasil, que no fue al torneo con todo su poderío.
«Llevamos los mejores y Brasil con el plan B nos arrasó. No tuvimos respuesta para ir a torearlo en ningún momento. Creo que hay que recuperar la mística, jugar por la gloria, que es algo que no se compra con dinero. Brasil a lo largo de la historia estuvo siempre un escalón arriba», consideró.
«Es muy complicado ver al fútbol argentino llegar a instancias finales y no concretar. Eso se nos está haciendo carne y no nos gusta. En la Copa América veníamos jugando bien y en la final se nos rompió el juguete», destacó.
Argentina ganó por última vez el certamen continental en 1993.
Por último, habló sobre Lionel Messi, a quien ve como el futuro conductor del seleccionado.
«Lio es el que despierta mayor ebullición en la gente cuando toma la pelota. Sabemos que algo diferente va a suceder. Me parece que él es el candidato, con un poco más de tiempo y personalidad, se puede poner el equipo encima. Alguien que nos guíe para ganar algo en los próximos 10 años».