El objetivo de los candidatos es convencer a los 20 millones de indecisos, según las encuestas.

| agosto 5, 2014
Pero, mientras los programas no comienzan, la batalla electoral se concentra en la arena de los escándalos políticos, con noticias estallando como petardos en los comités de campaña. La primera víctima del plomo cruzado fue Aécio Neves, del PSDB, con la polémica en torno a un aeropuerto construido a seis kilómetros de una hacienda de su familia en la ciudad de Cláudio (Estado de Minas Gerais, sudeste de Brasil). La obra fue financiada con dinero público cuando Neves era gobernador. El candidato argumentó que la terminal respondía a las necesidades de la comunidad y después admitió haber usado la pista, que aún no tenía la autorización de la Agencia Nacional de Avición Civil para funcionar.
Este fin de semana, la munición la recibió la candidatura del PT con las denuncias hechas por la revista brasileña Veja sobre un supuesto blindaje en la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre la estatal Petrobras sobre la compraventa de la refinería americana Pasadena. La publicación tuvo acceso al vídeo de una conversación entre José Eduardo Barrocas (jefe de Petrobras en Brasilia), Bruno Ferreira (abogado de la compañía) y un hombre no identificado. Los tres hablan sobre una lista de preguntas que serían hechas a los ejecutivos de la petrolera por los integrantes de la CPI, interpretada como una forma de proteger a la presidenta Dilma Rousseff, que presidía el consejo de Administración de Petrobras en la época en la que el negocio se cerró, en 2006. La adquisición de la refinería sufrió fuertes pérdidas a la estatal. Según Veja, la conversación fue grabada el pasado 21 de mayo, un día antes de que el exdirector del área internacional, Nestor Cerveró, pieza clave del proceso, hablase ante la comisión.